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La creciente evolución de los niveles requeridos de tratamiento del agua residual ha puesto de manifiesto la insuficiencia de los modelos clásicos para hacer frente a esta demanda y la necesidad de disponer de medios técnicos más potentes. El desarrollo de los modelos avanzados de simulación de los procesos biológicos y su posterior implementación en plataformas de simulación comerciales ha abierto a todos los profesionales del sector la posibilidad de acceso a estas herramientas. El presente trabajo se centra en una introducción y comentarios a la reciente publicación del Scientific and Technical Report No. 22 de la IWA ´Guidelines for using activated sludge models´, que constituye un documento de gran utilidad para la aplicación de la buena práctica de la modelización de plantas.
En la actualidad, la utilización de los modelos de simulación de procesos biológicos se aplica tanto a nivel de diseño de nuevas instalaciones como a la predicción de los resultados esperables en actividades de ampliación y mejora de instalaciones existentes y a su operación. Sin embargo, es en este segundo caso, cuando se trata de instalaciones en funcionamiento, cuando el potencial de los modelos de simulación puede desarrollarse en su máxima expresión al disponer de una condiciones de referencia del funcionamiento en condiciones reales que permiten ser mimetizadas con el apropiado uso de un modelo y sobrepasar la limitación de capacidad predictiva de los modelos empíricos clásicos, abriendo la puerta a enormes perspectivas en este campo.
Por tanto, a la vista del creciente uso de los modelos de simulación en los trabajos de diseño, ampliación, remodelación y operación de EDAR, ha parecido interesante redactar este documento que se dirige a los usuarios de plataformas de simulación y cuyo objetivo se limita a una introducción descriptiva del contenido del technical report e incluye unos comentarios sobre los aspectos más relevantes de mismo. En todo caso, como recuerdan los autores de esta comunicación, el modelo debe utilizarse para reforzar, no sustituir, la experiencia del usuario y la necesidad de disponer de un adecuado conocimiento de los procesos y sus interacciones.