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Uno de los desafíos más importantes que debe afrontar cualquier empresa gestora del ciclo integral del agua es la reducción de los elevados niveles de pérdidas. Tradicionalmente todos los esfuerzos se han centrado en minimizar las pérdidas reales, pero en lo que a las pérdidas comerciales se refiere, aquellas que representan el volumen de agua realmente suministrado a los usuarios pero que por diferentes causas no es registrado, mucho es el camino aún por recorrer. Es por ello que Facsa, junto al ITA de la Universitat Politècnica de València (UPV), ha desarrollado un ambicioso proyecto de investigación con el objetivo de estudiar el comportamiento metrológico de los contadores y así obtener el error de medición del parque de contadores.
El principal componente de las pérdidas comerciales son los errores de medición de los contadores. Como cualquier otro dispositivo de medición, los contadores de agua no son instrumentos perfectos y, una vez instalados, no son capaces de registrar la cantidad exacta de agua consumida por un usuario, por lo que una parte del agua consumida no puede ser ni registrada ni facturada al cliente.
El objetivo del proyecto de investigación llevado a cabo en Facsa ha sido el contribuir en la reducción de los niveles de las pérdidas comerciales mediante el estudio del comportamiento metrológico de los contadores y la minimización de sus errores de medición.
Un punto crucial a considerar es que el error de un contador de agua no es constante e independiente del caudal que circula a través de él. Por lo general, a caudales bajos, los errores son más grandes y más sensibles a las variables externas, mientras quepara caudales medios y altos, las variaciones de error son más pequeñas.