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Actualmente, el creciente estrés hídrico producido tanto por la escasez de agua como por el deterioro de su calidad, principalmente en el área mediterránea, conlleva a fomentar los tratamientos de aguas residuales que permitan obtener un agua tratada con calidad para ser reutilizada. Los biorreactores de membrana (MBR) combinan el tratamiento biológico con la tecnología de membranas, siendo una alternativa a los procesos convencionales de depuración de aguas residuales, frente a los que obtienen un efluente de elevada calidad. El inconveniente de esta tecnología se encuentra en el coste de implantación de este tratamiento. En este sentido, el proyecto REMEB ha desarrollado un MBR cerámico, sostenible y competitivo para EDAR urbanas e industriales, con membranas fabricadas a partir de materias primas y subproductos cerámicos y residuos agroindustriales. Este artículo recoge las principales conclusiones del proyecto REMEB.
La reducción de los costes iniciales asociados a la adquisición de las membranas cerámicas se consigue mediante la utilización de membranas cerámicas de bajo coste y este es el objetivo principal que persigue el proyecto europeo REMEB, en el que se han desarrollado membranas cerámicas a partir de residuos agroindustriales y materias primas utilizadas habitualmente en la industria de baldosas cerámicas.
Las membranas cerámicas REMEB se basan en residuos obtenidos en procesos agroindustriales (subproductos), tales como desechos sólidos de la fabricación de aceite de oliva, productos de desecho del mármol y chamota procedente de restos de azulejos cocidos.
El consorcio del proyecto REMEB está formado por 11 socios de 7 países distintos: España, Italia, Turquía, Noruega, Chipre, Francia y Colombia; coordinados por la empresa Sociedad Fomento Agrícola Castellonense (Facsa), responsable de validar el MBR en una EDAR propiedad de la Entidad de Saneamiento y Depuración de la Región de Murcia (Esamur).