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Varios estudios en los últimos años alertan sobre la presencia de microplásticos en medios acuáticos, cuyo origen es variado y fruto del sistema de vida implantado en la sociedad actual, con la práctica habitual del ´usar y tirar´: bolsas, prendas de vestir, cosméticos, pinturas, botellas de plástico y neumáticos son solo algunos ejemplos. Este artículo, fruto de las actividades del Grupo de Trabajo de Microplásticos de la Comisión II de la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS), revisa la situación presente acerca de la presencia e incidencia de los
microplásticos tanto en aguas naturales como residuales y, especialmente, en aguas de consumo, en las que no se detecta ningún riesgo conocido hasta la fecha para el ser humano, así como las estrategias para su cuantificación y estudio. Este trabajo es la ´antesala´ de una jornada sobre microplástico en aguas que AEAS y Tecnoaqua organizan el próximo 2 de octubre de 2019, en el marco de Efiaqua.
Los microplásticos, fragmentos < 5 mm de tamaño, pueden ser tales en origen o generarse vía degradación de materiales plásticos mayores. Una vez en el medio marino pueden afectar a organismos marinos de diferente ubicación dentro de la cadena trófica y que los ingieren como alimento o de forma accidental, acarreándoles problemas de diferente gravedad. La tipología de los microplásticos corresponde mayoritariamente a los siguientes polímeros: tereftalato de polietileno (PET), polietileno de alta y baja densidad, policloruro de vinilo, polipropileno, policarbonato y poliestireno, habiéndose encontrado además acrilatos, poliuretano, etilvinilacetato y poliamidas. Si bien no existen hasta la fecha demasiados estudios al respecto, también se detectan microplásticos en aguas continentales (ríos y lagos) y, a su vez, en aguas residuales domésticas, aunque los procesos habituales de depuración suelen eliminar la mayoría de estos residuos (90%-98%). Finalmente, la presencia de restos de microplásticos en aguas de consumo no ofrece actualmente datos suficientemente contrastados, con lo cual tampoco pueden concluirse efectos ciertos sobre el ser humano.