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La crisis de la COVID-19 ha supuesto la puesta en marcha de nuevos procesos y formas de trabajo en las empresas del sector del agua, si bien en algunas, como Global Omnium, la transformación digital ya completada por la compañía ha permitido implementar esas medidas sin fricciones. Este el caso de GoAigua, la solución tecnológica imprescindible para Global Omnium durante el coronavirus, tal y como explica Juan Francisco Maestre Picón, su diector de Servicos.
Global Omnium, empresa española con más de 125 años de experiencia en la gestión del ciclo integral del agua, facilita el abastecimiento de agua potable a 3 millones de personas, con una firme apuesta por la innovación. Juan Francisco Maestre Picón, su director de Servicios detalla en esta entrevista cuáles han sido los pasos de la compañía gestora para adaptarse a las nuevas necesidades y cómo se ha mantenido el compromiso con el cuidado del medio ambiente y la salud pública.
¿Cómo ha afectado la crisis del coronavirus al área de Servicios en Global Omnium?
Nuestro día a día se vio alterado de una forma inesperada en marzo. Sin embargo, esto no se trasladó a los clientes, ya que seguimos prestando el servicio bajo los mismos parámetros de calidad y sin interrupciones. Un viernes terminamos la jornada de forma habitual y el lunes siguiente comenzó el teletrabajo. La digitalización de todos nuestros procesos y servicios nos ha permitido seguir trabajando sin problemas. Es decir, hemos continuado monitorizando las instalaciones, acudiendo a las mismas para su mantenimiento preventivo y correctivo, mejorando el rendimiento hidráulico de las redes de distribución, y controlando la calidad del agua potable y residual. El fin es garantizar la salud pública y preservar el medio ambiente. El suministro de agua es, en definitiva, un servicio esencial que se debe mantener, y ese es nuestro compromiso.
¿Qué medidas se han tomado para garantizar el servicio de agua potable a los ciudadanos?
No ha sido necesario tomar medidas excepcionales, más allá del control del personal, el teletrabajo o el mantenimiento de distancias sociales, con la creación de grupos de trabajo burbuja que minimicen el impacto en nuestra plantilla ante un caso positivo. La monitorización del SARS-CoV2 en las aguas residuales generadas en nuestros centros de trabajo está siendo clave, puesto que nos está permitiendo validar las medidas adoptadas cuando no detectamos el virus, o bien tomar acciones preventivas y correctivas en caso necesario. El sistema de alerta temprana GoAigua SARS Analytics, que utilizamos actualmente, se está implantando a nivel nacional para la monitorización de ciudades y entidades privadas y públicas, como residencias, colegios, centros de trabajo, etc.
¿Cuál está siendo el papel de la tecnología GoAigua en la gestión de esta crisis?
La solución tecnológica GoAigua ha sido, sin ninguna duda, clave para afrontar los nuevos desafíos. Por citar algunos ejemplos, gracias a GoAigua podemos asignar órdenes de trabajo a distancia y realizar un seguimiento geolocalizado de su resolución, monitorizar y gestionar las instalaciones de producción en tiempo real, o automatizar el laboratorio para obtener resultados de presencia del SARS-CoV2 en tiempo real. Estamos proporcionando información clave a las autoridades para anticipar rebrotes del coronavirus a través del análisis de aguas residuales y el sistema de alerta temprana GoAigua SARS Analytics. Se trata de una solución de alto valor añadido para cualquier empresa gestora a nivel internacional.
¿Crees que esta crisis provocará cambios a largo plazo en la gestión de los servicios de agua?
El servicio cambió rápidamente el primer día de confinamiento, al igual que sucedió en los demás sectores empresariales. Desde ese momento se ha promovido el teletrabajo, la creación de pequeños grupos autónomos de trabajo, que marcan sus propios objetivos, la digitalización de los procesos y, sobre todo, la transformación de las redes de saneamiento en un sistema de monitorización de la salud de la población. Hasta la fecha nos habíamos centrado en evaluar la calidad medioambiental de las aguas residuales. A partir de ahora se abre una nueva necesidad: conocer la evolución de la epidemia en nuestras ciudades mediante su análisis.
