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En esta entrevista, Jaime Barba, CEO de Idrica, comparte su visión del futuro del sector del agua. El experto detalla cómo la compañía comenzó a ofrecer soluciones digitales para luchar contra la propagación del coronavirus en marzo del 2020, y cómo Idrica se ha convertido en un socio estratégico para las empresas.
La irrupción de la pandemia ha sido uno de los acontecimientos más difíciles para las empresas a nivel global. Las nuevas circunstancias han exigido la adaptación no solo de los procesos, sino también de los equipos, garantizando al mismo tiempo el suministro de agua. Pero, ¿qué huella dejará la pandemia en el sector del agua? Jaime Barba, CEO de Idrica, compañía que está liderando la transformación digital de la gestión del agua, responde a esta y otras preguntas.
¿Cuál fue la respuesta de Idrica durante los primeros días de la pandemia?
En febrero del 2020 comenzamos a buscar soluciones orientadas a luchar contra la primera ola del coronavirus en España. Nuestra prioridad era construir una plataforma que pudiera enviar información sobre SARS-CoV-2 al gobierno español, y hacerlo de forma rápida. Cuando estalló la pandemia, las instalaciones de nuestro laboratorio ya estaban preparadas para analizar la hepatitis B en las aguas residuales, por lo que contábamos con un equipo preparado y certificado para utilizar las cabinas microbiológicas ya existentes. Esto nos permitió ofrecer nuestros servicios de detección de Covid-19 a las principales ciudades en España, como Madrid, Sevilla o Valencia, donde se encuentra nuestra sede.
A principios de marzo nos dimos cuenta del potencial de la epidemiología basada en las aguas residuales, cuando comenzamos a realizar análisis masivos. Todos nuestros procesos fueron digitalizados en nuestra plataforma GoAigua, que integra datos de terceros (demográficos, índice de ocupación en hospitales, residencias, casos reportados...) en un único punto de gestión. GoAigua proporciona o integra soluciones de planificación y monitorización de los procesos en la toma de muestras, softwares de gestión de laboratorio (LIMS) y cuadros de mando. En ese momento, comenzamos a enviar los resultados a las autoridades sanitarias, y los beneficios de la solución fueron reconocidos en un contrato a nivel nacional con el Ministerio de Ciencia e Innovación español.
Desde entonces, la solución GoAigua SARS Analytics ha sido clave para las autoridades en su toma de decisiones. Los datos en tiempo real han servido como un sistema de detección temprana de nuevos brotes de coronavirus. La tecnología ha ayudado a implementar confinamientos selectivos a ciertos barrios, según las ratios de incidencia, y poner al alcance de los ciudadanos mapas de calor en los que se dibuja la incidencia y tendencias por regiones.
¿Será la epidemiología basada en aguas residuales imprescindible a partir de ahora?
La monitorización de la red de alcantarillado ha llegado para quedarse. Tras toda esta experiencia, el gobierno ha podido experimentar cómo estas redes proporcionan información valiosa para la prevención y la resiliencia. Esto incluye la detección de antibióticos, drogas, microplásticos, bactericidas, virus, mutaciones de SARS, biomarcadores fecales, bacterias, parásitos intestinales, genes de resistencia a los antibióticos y vertidos industriales. En nuestro caso, la evolución de la pandemia nos ha llevado a ofrecer servicios de rastreo, en los que se toman muestras de 10 a 15 personas con el objetivo de descartar rápidamente el contagio en grupos grandes. Esta es una forma muy efectiva de hacer pruebas en residencias de ancianos y compañías grandes.
¿Qué huella dejará la pandemia en el sector del agua?
La pandemia ha acelerado la transformación digital de la gestión del agua a nivel global. Idrica recoge la experiencia centenaria de Global Omnium, una de las empresas gestoras de agua más innovadoras en Europa, por lo que tenemos un amplio conocimiento de los procesos. Nuestra experiencia nos ha enseñado que todas las empresas comparten las mismas fricciones en la implementación de sensores y soluciones digitales. Lo estamos viendo en Estados Unidos, América Latina, Oriente Medio y África. Es bastante frecuente que los equipos propios de la empresa no estén preparados para liderar este proceso, ya que no suelen contar con los especialistas de software necesarios. Además, resulta complicado recurrir a una empresa de software externa sin conocimiento sobre el ciclo del agua.
Hasta ahora, han sido sobre todo las empresas más grandes las que han comenzado su transformación digital. Sin embargo, la conservación del agua requiere que todas ellas, sea cual sea su tamaño, inicien este camino. La eficiencia en el uso del agua y la energía, el mantenimiento de los activos, la eficiencia de la inversión y la resiliencia son los principales puntos a mejorar. La crisis del coronavirus ha puesto en evidencia las ventajas del teletrabajo y el control en remoto de las infraestructuras. Los gemelos digitales, por ejemplo, construyen empresas más resilientes gracias a la toma de decisiones óptimas en las operaciones, utilizando escenarios simulados. Los líderes necesarios para acelerar la transformación están dentro de las empresas. Ahora solo es necesario encontrarlos.
¿Cambiará el foco de las inversiones en capital tras el coronavirus?
Las inversiones elevadas son comunes cuando hablamos de las infraestructuras ligadas al ciclo del agua. La novedad, que ya estamos viendo, es que a partir de ahora incluirán siempre la implementación de sensores para las redes de agua, los elementos electromecánicos y las plantas. A la hora de romper los silos de información en las empresas también será necesario invertir en soluciones tecnológicas, basadas en motores de datos inteligentes que cruzan todos los datos para construir relaciones sólidas entre las empresas, sus empleados y los clientes. La monitorización del agua no está todavía muy extendida. Sin embargo, es la mejor forma de ofrecer un valor más alto con un coste más bajo, si lo comparamos con la construcción de una nueva instalación, ya que se pone el foco en el servicio en lugar de en la inauguración de una nueva infraestructura.
¿Cómo cambiarán las empresas tras la experiencia de estos últimos meses?
El teletrabajo seguirá siendo muy importante. No obstante, este tiempo sin precedentes nos ha enseñado que necesitamos el contacto cara a cara, por lo que finalmente se combinarán ambas realidades. En el futuro, todas las empresas utilizarán soluciones digitales para analizar el agua no registrada y optimizar los costes de energía vinculados al llenado de los depósitos de agua, utilizando para ello algoritmos en tiempo real. Es previsible que utilicen estas herramientas para monitorizar las plantas, alertar de vertidos en las EDAR para tratarlos correctamente y tomar decisiones teniendo en cuenta datos externos, como encender o apagar reactores según la meteorología. Los gemelos digitales de las redes de agua potable indicarán a los gestores cuál es el momento óptimo de ejecutar cada orden de trabajo, y la telelectura inteligente permitirá a las empresas alertar a los ciudadanos de fugas en sus casas. Las restricciones que hemos vivido durante la pandemia han hecho que se priorice la financiación de este tipo de proyectos, y los líderes en las empresas están preparados para impulsar el cambio.