Empresas Premium
Grupo Mejoras aborda en tres partes un reportaje sobre las redes de alcantarillado y su mantenimiento. Tras una primera parte centrada en los camiones de limpieza y parámetros generales de caudal y presión, una segunda parte dedicada a las toberas y sus tipos, llega ahora la tercera y última parte, que se dedica a las consideraciones técnicas de las toberas.
Las principales consideraciones técnicas de las toberas a tener en cuentas son:
En todas las toberas, su tamaño y peso deben estar proporcionados a las dimensiones de la tubería que se quiere limpiar. Una tobera muy pequeña o ligera en una tubería grande, puede tener el efecto de levantarse, perdiendo por completo su efectividad, e incluso se puede dar la vuelta y poner en peligro la seguridad del operador.
La eficiencia de la acción de lavado y del empuje de la tobera dependen fundamentalmente de la distribución y del ángulo de los chorros. Las toberas con un gran ángulo de chorro (>30º) ejercen mayor fuerza de limpieza contra las paredes de la tubería, comparadas con las de ángulo más cerrado (<30º), que tienen mayor fuerza de empuje, mayor eficiencia en el transporte de sedimentos y menor agresión contra las paredes de la tubería, por lo que también se recomiendan para tuberías viejas con paredes desgastadas.
Como ya se ha comentado, a nivel general, la presión máxima de salida de los chorros no debería exceder 120 Bar para evitar daños en las paredes de la tubería. No obstante, pueden existir otras limitaciones determinadas por el tipo de tobera o por las condiciones particulares de cada trabajo.
En las toberas con chorros giratorios o fijos para arrastre, la elección de la presión se debe hacer según la consistencia del sedimento o del material a eliminar. Así:
Las toberas se deben usar adaptando el diámetro de los agujeros de los inyectores a las condiciones de trabajo requeridas del equipo de limpieza en el que se van a utilizar (caudal, presión de la bomba y longitud y sección de la manguera). Si las toberas se utilizan en equipos con otras condiciones de trabajo, pueden producirse resultados inesperados, incluso con riesgo para los equipos y personas. El usuario o el proveedor deben tener en cuenta las condiciones de trabajo del equipo para dimensionar el diámetro de los agujeros de los inyectores.
Los inyectores son los elementos por los que el agua a presión sale de la tobera (chorros), para producir los efectos requeridos según el tipo y forma de la tobera. Por este motivo, el material y forma de los inyectores es fundamental para determinar la calidad del chorro de agua. Existen diferentes tipos de inyectores intercambiables con diferentes tamaños y calidades. Las toberas, según los tipos, tienen inyectores taladrados o intercambiables de acero, cerámicos o de carburo, para hacer que los chorros sean lo más compactos y, por tanto, lo más efectivos posibles. El paso del agua a presión produce un efecto de abrasión en los inyectores y, con el tiempo, se aumenta o deforma su sección, dando lugar a que las características y efectividad de la tobera no sean las previstas. Este fenómeno de desgaste será mayor cuanto más turbidez tenga el agua o con el uso de aguas recicladas. Los inyectores cerámicos tienen una durabilidad mucho más que los inyectores metálicos o taladrados porque tienen mayor resistencia al desgaste. Los inyectores de carburo son aún más duraderos en el trabajo y se recomiendan especialmente cuando se usan aguas recicladas.
Para garantizar una limpieza homogénea y efectiva en todo el contorno de la tubería, se recomienda el uso de toberas de chorros giratorios, con centradores ajustados al diámetro de la tubería a limpiar. Estos centradores son de uso obligatorio en el trabajo con toberas de cadenas.
Las guías de manguera son unos accesorios que evitan el roce de la manguera de alta presión, contra las aristas en las bocas de los pozos y en la conexión pozo-tubería, sobre todo al recoger la manguera. Se recomienda siempre su uso porque facilitan el avance y retroceso de la manguera y, sobretodo, evitan el deterioro prematuro de la manguera, reduciendo el riesgo de peligrosos reventones en la misma.