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La promesa de Primus Line es grande: rehabilitar tuberías sin zanja de manera profesional para extender su vida útil en 50 años o más, usando una tecnología ya probada y reconocida internacionalmente. Para cumplirla, se analiza en este reportaje el compromiso de Primus Line por un producto de máxima calidad.
La promesa de Primus Line se basa, por un lado, en la amplia comprensión que cada uno de los empleados tiene del concepto de calidad y, por otro, en meticulosos procesos de control, que van desde la recepción de las materias primas hasta la entrega e instalación del producto. Además, un laboratorio de pruebas externo supervisa mediante controles semestrales el cumplimiento de las normas propias de la empresa y de la Norma Técnica VP 643 que son los requisitos previos para el certificado de examen DVGW.
"Aplicamos altos estándares al seleccionar las materias primas y sólo las adquirimos de fabricantes reconocidos. Examinamos cuidadosamente la calidad de los productos entrantes, como el hilo con el que se teje el revestimiento interno o los plásticos para recubrirlo", explica Christian Schwarzfischer, responsable de Control de Calidad y Desarrollo de Primus Line. Para ello, cada lote se revisa cuidadosamente y los resultados se comparan con el certificado del fabricante. Dos de las pruebas principales son la prueba de tensión, en la que se mide la resistencia y el estiramiento del hilo, y la verificación MFI (índice de flujo de fusión), la cual examina el comportamiento del flujo del plástico en la extrusión.
La inspección de mercancías entrantes también incluye los conectores, que son fabricados por una empresa hermana de Rädlinger Primus Line. Además de un control dimensional y una inspección visual, se examina su comportamiento a intervalos regulares. Para comprobar la calidad de la soldadura se realiza una prueba de rotura. Para hacerlo, se inyecta agua a presión hasta que el conector rompe.
Antes de comenzar, es necesario configurar las líneas de producción. Actualmente, Primus Line cuenta con tres de ellas en una planta cuya arquitectura fue diseñada específicamente para la fabricación de su tubería. Esta se produce verticalmente a través de cuatro pisos en telares circulares y extrusoras. "Dependiendo del recubrimiento, el campo de aplicación y el diámetro, existe una fórmula especial para cada producto", dice Christian. "Cada fórmula consta de unos 300 parámetros que se controlan continuamente durante la producción". Cuando los parámetros han sido establecidos, se produce un primer tramo de prueba. Durante la prueba de rotura, esta pieza se someterá a presión hasta que rompa. "Después de eso, podemos estar realmente seguros de que estamos fabricando un producto de alta calidad", comenta Christian.
Pero Primus Line no quiere depender solamente de estas pruebas. Por lo tanto, la producción en sí también está sujeta a un control continuo con dispositivos de medición ópticos y optoelectrónicos. Estos dispositivos capturan todos los parámetros del proceso y permiten una monitorización permanente de la calidad y del grosor de cada una de las capas de la tubería. Si un parámetro del proceso excede o cae por debajo de los valores límite, se envía una alerta instantánea al operador e incluso, en caso de ser necesario, se puede llegar a detener la línea para permitir una rectificación oportuna. El último tramo de la tubería también se examina para corroborar que se ha cumplido con todos los requerimientos, y los parámetros del proceso también se verifican nuevamente en detalle, para detectar posibles anomalías.
Si el producto supera este paso de control de calidad, se emite un certificado de aceptación 3.1 según la norma EN 10204, que será entregado al cliente. Antes del envío, la mayoría de las tuberías se doblan en forma de U para permitir una inserción con baja fricción durante la instalación. Durante este procedimiento de doblado, el operador volverá a inspeccionar ópticamente toda la longitud. Dependiendo de la ruta de transporte y la accesibilidad al punto de instalación, los carretes de transporte pueden requerir una protección adicional de aluminio. Sin embargo, esto solo es necesario en muy pocos casos.
"Al final de cuentas, la monitorización y control permanente son la base de nuestro alto estándar de calidad, pero en realidad, nuestro compromiso tiene un alcance mayor. Estamos constantemente tratando de mejorar y cuando desarrollamos nuevos productos, siempre tenemos en cuenta cómo podemos garantizar su calidad", dice Christian sobre la forma de pensar del equipo de Investigación y Desarrollo.
El alto estándar de calidad de Primus Line no solo tiene como objetivo la satisfacción del cliente. Lo que es aún más importante, es que Primus Line es conscientes de la responsabilidad que conlleva el abastecimiento de agua de manera segura y fiable a muchos miles de personas, así como la importancia que tiene la operación de cada tubería de agua, gas o petróleo, sin que haya pérdidas ni impacto ambiental. Los equipos instaladores en Alemania, propios de Primus Line, y los socios instaladores alrededor del mundo, entrenados y certificados para la instalación de Primus Line, también son conscientes de ello y continúan aplicando el estándar de calidad durante la instalación.
