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Los motores eléctricos utilizados para accionar bombas de agua potable sumergidas en pozos requieren por su ubicación el uso de líneas de alimentación que superan en muchas ocasiones los 300 metros de longitud. En este artículo se presenta el proceso de cálculo detallado de los cables en instalaciones de esta naturaleza para evitar situaciones no deseadas como la incapacidad de arrancar una bomba.
La combinación de un condicionante como la longitud de las líneas de alimentación para las bombas, junto con otros factores como, por un lado, la elevada potencia requerida por muchos de estos motores y, por el otro, el nivel de tensión de alimentación para el que están diseñados (normalmente 400 V), conlleva normalmente elevados niveles de pérdidas en las líneas que se traducen en caídas de tensión muy signifi cativas. En este contexto, una mala selección de la sección de los cables, en el que la caída de tensión asociada a la componente inductiva de estos no sea tenida en cuenta debidamente, puede implicar que un motor instalado no sea capaz de arrancar.