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El variador de frecuencia, un elemento imprescindible para regular la velocidad de los motores eléctricos, tiene un uso cada vez mayor en aquellos equipos que impulsan en agua. Su utilización puede disminuir hasta en un 70% el consumo energético de los equipos, de ahí su importancia en elahorro energético de cualquier planta, proceso o instalación de agua, tal y como detalla Salicru.
El ahorro de energía por medio de soluciones que optimicen la eficiencia es un asunto en plena vigencia y que nos va a acompañar en el futuro sin ninguna duda. Dejando de lado factores de carácter geopolítico, se ha producido un cambio que tiene su origen en la sensibilización de la opinión pública hacia la necesidad de limitar las emisiones de carbono, un objetivo que exige consumir menos energía.
Qué mejor manera de reducir el consumo energético que hacerlo en los motores, que según la Agencia Internacional de la Energía (AIE) usan alrededor de la mitad de toda la electricidad en el mundo. Es evidente, por tanto, que toda mejora introducida para aumentar su eficiencia incidirá positivamente en el ahorro energético, la reducción de emisiones de gases invernadero y el cambio climático.
Para lograr esta meta existe un equipo clave como reconoce la propia AIE: el variador de frecuencia (también denominado convertidor de frecuencia, convertidor de velocidad variable o variador de velocidad) cuya misión es regular la velocidad de los motores eléctricos de modo que su consumo se ajuste a su demanda real. De esta manera el consumo energético del motor puede disminuir del orden del 20% al 70%, lo cual nos da una idea de su enorme potencial de ahorro.
El mercado está aceptando de buena gana las ventajas de los variadores de frecuencia y las previsiones así lo reflejan. Según un estudio de la firma especializada Precedence Research, la demanda mundial de estos equipos se habrá duplicado hacia finales de esta década y su presencia se está generalizando en los sectores más diversos, tanto en el ámbito industrial, como el comercial y residencial, desde los equipos de climatización y hasta la generación de energías renovables, por poner dos ejemplos concretos que están llamados a experimentar un sólido crecimiento.
Si bien no todas las aplicaciones con motores incorporan un variador de frecuencia, el número de instalaciones y procesos industriales que deben regular la velocidad de sus motores es cada vez mayor con el fin de adaptarse a los requisitos de la carga. Los rangos de potencias de los motores pueden ser muy amplias y, por tanto, los variadores deben ser capaces de asumirlas.
Sin duda, la reducción del consumo energético es una gran ventaja que aportan los variadores de frecuencia. Para ello, estos equipos son capaces, por ejemplo, de controlar la corriente de arranque, la cual puede llegar a ser hasta 7 u 8 veces más elevada que la corriente con la máxima carga. Estos picos de corriente afectan a la longevidad de los devanados y generan una gran cantidad de calor, es decir, de energía desperdiciada. La reducción de los efectos de las perturbaciones de la red eléctrica es otro aspecto destacable de los variadores de frecuencia, junto con un mejor control de la aceleración del motor y la limitación de par ajustable, funciones que contribuyen a su vez a proteger los equipos accionados por los motores.
Estas ventajas confluyen en la familia de variadores de frecuencia ControlVIT de Salicru, constituida por equipos que se pueden utilizar en aplicaciones de todo tipo para controlar de manera eficiente y sencilla motores asíncronos de 0,2 kW a 500 kW de alimentación monofásica y trifásica, dependiendo del modelo. En función de la gama, estos variadores se dirigen a aplicaciones de uso tan extendido como cintas transportadoras, ventiladores, mezcladores, secadores industriales, barreras, dosificadores y un largo etcétera dentro del ámbito de la maquinaria en su conjunto. A todo ello vale la pena añadir, por último, que su manejo se ve facilitado por la posibilidad de monitorización local y remota.