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La fibra de aramida es un tipo de fibra de origen sintético que posee dos características físicas de un gran valor en su aplicación para la rehabilitación de tuberías: la flexibilidad, que permite que un material se deforme sin que sufra ninguna rotura; y la resistencia a la tracción, que en el caso de la fibra de aramida tiene unos valores excepcionales y que duplican la resistencia que posee el acero. Este material es una de las partes más importantes del sistema Primus Line, que actúa como refuerzo interno para soportar las fuerzas de tiro durante la instalación del sistema y las presiones de operación una vez que la tubería se encuentra en funcionamiento. Sin embargo, estas propiedades físicas también permitieron que se evitaran roturas en la red y cortes en el suministro de agua durante las fuertes lluvias que azotaron la población de Reocín en 2020.
Como antecedentes al caso, en la población de Reocín 10.345 m de red de agua potable DN250 (9.850 m en fibrocemento DN250 y 495m en PVC DN250) habían sido rehabilitados con éxito en 2016 en menos de 4 meses gracias al sistema Primus Line y a la empresa instaladora, SinzaTec. La operación se había llevado a cabo rápidamente con tramos de más de 500 m (20 secciones), obteniendo los siguientes beneficios para el cliente comparados con utilizar el método tradicional con zanja:
Pero en 2020, las fuertes lluvias en la región provocaron un deslizamiento en el terreno y la caída de un árbol que destruyó y arrastró la tubería de fibrocemento colocada en voladizo a lo largo de la carretera. A pesar del fuerte impacto y de los daños en el área, no hubo corte en el suministro dada la flexibilidad y resistencia a la tracción del sistema Primus Line.
SinzaTec tuvo que pasar por varias etapas antes de poder revisar el liner: desplazar y cortar el árbol, quitar el lodo, los escombros y finalmente limpiar el liner para luego inspeccionar de cerca su estado. A pesar de la dureza del desprendimiento, el liner no presentaba daños salvo ligeros arañazos en la capa externa de PE, pero ningún daño en el refuerzo interno de fibra aramida, que se encarga de soportar las presiones de operación.
Tras la inspección completa y un examen exhaustivo, se pudo concluir que la fibra aramida estaba intacta y, por lo tanto, el funcionamiento del liner estaba garantizado. Solo quedaba volver a reponer la parte dañada de la tubería huésped para proteger el liner, en los siguientes pasos:
En conclusión, la tubería huésped y la flexibilidad-resistencia del sistema Primus Line permitieron preservar la integridad del liner pese a la violencia del choque y evitaron así, que se produjera una rotura con graves consecuencias para el suministro de agua a la población. Tras el reacondicionamiento de la tubería, la red quedó de nuevo lista para trabajar durante el resto de sus 50 años de vida útil.