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El pasado día 20 de junio, como cada año, el mundo conmemoró el Día Mundial del Refugiado, una fecha en la que se rinde homenaje a las personas que se han visto forzadas a huir de sus hogares. En este reportaje, Dinotec repasa los más de 20 años de que lleva colaborando con las ONG que trabajan en los campamentos de refugiados saharauis. Porque esta compañía provee la tecnología que facilita el acceso al agua potable.
La historia de Dinotec comenzó en el año 2002 cuando diseñaron, construyeron y suministraron la primera planta potabilizadora de agua, iniciando un proyecto de potabilización y abastecimiento integral de los campamentos de refugiados saharauis situados en las proximidades de Tinduf a 1.700 km al suroeste de Argel (Argelia) de la mano de Diputación de Sevilla y la ONG Solidaridad Internacional de Andalucía.
La labor se inició con la toma de datos in situ y la ingeniería para el diseño de la planta siguiendo especificaciones internacionales. A partir de este momento, comenzó la fabricación de la planta potabilizadora modular en su fábrica de Sevilla, incluyendo el montaje en contenedores marítimos para finalizar con las pruebas de funcionamiento y la puesta en marcha. Dentro de las condiciones comerciales se incluye la formación del equipo local en su fábrica durante el montaje y en destino realizada por experimentados especialistas de la compañía.
Las condiciones meteorológicas severas que se dan en el lugar de la instalación, en medio de la Hammada argelina, hizo que la potabilizadora se montase en un contenedor marítimo, que sirve tanto para el transporte como para su posterior explotación y mantenimiento. Para atenuar las temperaturas extremas, los contenedores cuentan con climatización integral frío/calor, minimizando así también averías por temperatura y facilitando al personal las labores de mantenimiento en el interior.
Debido a las características del agua a tratar (aguas cuaternarias de pozos profundos) con elevado contenido en sulfatos y fluoruros además de alta salinidad, las potabilizadoras suministradas se basan en la tecnología de osmosis inversa con microfiltración previa y desinfección por hipoclorito. Para completar el sistema de abastecimiento, junto con las plantas potabilizadoras, se suministr0n también depósitos de almacenamiento para agua bruta y tratada, equipos de bombeo y redes de distribución.
Durante más de dos décadas de colaboración de Dinotec con el pueblo saharaui, se han enviado varias plantas potabilizadoras en contenedores a la zona de los campamentos de refugiados, así como labores logísticas de apoyo y formación continua necesario para su correcto funcionamiento. Periódicamente, personal de Dinotec se desplaza a los campamentos para comprobar el funcionamiento de las plantas y detectar nuevas necesidades. Cada planta potabilizadora produce más de 2.000 m3 de agua al día facilitando el aumento de la disponibilidad de agua potable por refugiado, de 5 litros a 50 litros diarios.
En julio de 2010, en su Asamblea General, Naciones Unidas reconoció "el derecho al agua potable y al saneamiento como un derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos" (A/RES/64/292). El derecho internacional de los derechos humanos obliga a los Estados a trabajar para lograr el acceso universal al agua y al saneamiento para todos, sin discriminación alguna, dando prioridad a los más necesitados. La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) es el organismo internacional para la ayuda a los refugiados y que se encarga de proteger los derechos de las personas que se vieron obligadas a abandonar sus hogares debido a conflictos y persecuciones. Una de sus labores es luchar contra la escasez del agua en los campamentos a través de la financiación de proyectos de potabilización y saneamiento al igual que la Agencia Europea ECHO.