Empresas Premium
En este artículo J. Huesa Water Technology se centra en el papel que juega la experiencia del técnico de tratamiento de agua para poder solventar de la mejor forma posible las incidencias que ocurren en las plantas de tratamiento de agua y más concretamente aquellas que tienen membranas entre sus principales componentes.
Las membranas son barreras semipermeables que restringen el paso de determinadas sustancias en función del corte molecular de la misma y/o tecnología en la que estén integradas. Fundamentalmente se utilizan membranas en equipos de nanofiltración, microfiltración, ultrafiltración y ósmosis inversa. Hay que tener en cuenta, además, que en el mercado existen multitud de membranas, tanto por el material del que están compuestas (poliamidas, acetato de celulosa, PVDF y polisulfonas, entre otros), como por la configuración en la que están dispuestas. Y así, por ejemplo, en el caso de la ultrafiltración, existen membranas de fibra hueca, tubular y cerámica y para la ósmosis inversa, las configuraciones más habituales son en espiral, de disco y vibrantes.
Todos estas tecnologías de tratamiento de agua tienen en común la necesidad de aplicar un correcto pretratamiento, específico en cada caso según la tipología de agua o vertido a tratar, así como un correcto mantenimiento preventivo y llegado el caso, correctivo, que van a maximizar la vida útil y eficiencia de los sistemas de tratamiento de agua.
Se entiende por mantenimiento preventivo a la revisión periódica a la que debe someterse a la instalación de tratamiento de agua, para que funcione ofreciendo los mejores índices de calidad. De ahí que se planifique siguiendo un plan de mantenimiento que está adaptado a las exigencias de cada instalación, según un calendario de visitas y actuaciones mínimas a ejecutar, entre las que se pueden encontrar:
En este tipo de actuaciones se suelen detectar necesidades de la instalación, ya sea ajustes de planta, reprogramación en las secuencias de funcionamiento, o como en el caso en el que nos centramos hoy, está motivado por el mal funcionamiento de las membranas.
El mantenimiento correctivo tiene lugar bien cuando se detecta cualquier anomalía electromecánica en una instalación de tratamiento de agua o bien, una desviación de los valores y parámetros de funcionamiento respecto a los valores de diseño. Todo esto suele llevar consigo una parada de producción o pérdida de eficiencia de la instalación.
El hecho de contar con un mantenimiento preventivo, en el que se realizan distintas gamas de mantenimiento, datos de normalización de planta, permite comprobar desviaciones respecto a valores de diseño, para evitar la parada de producción y planificar un mantenimiento correctivo, evitando daños mayores como la pérdida de las membranas.
En ambos casos, es indispensable dar una rápida respuesta al cliente para acortar los tiempos de parada, para lo que es fundamental la cualificación del técnico de mantenimiento.
Si biern este artículo se centra en el caso concreto de las membranas de ósmosis inversa, en líneas generales estas causas se pueden hacer extensivas a cualquier otro tipo de membranas. Las membranas de ósmosis inversa favorecen el paso de moléculas desde la región menos concentrada a la más concentrada. Esto suscita diversos problemas, tales como ensuciamiento e incrustaciones que provocan la degradación de la membrana.
Los distintos tipos de ensuciamiento son:
Para cada uno de estos tipos ensuciamientos o incrustaciones, J. Huesa dispone de protocolos de limpieza específicos y personalizados desarrollados según su experiencia en el sector, gracias a una dilatada experiencia en el mantenimiento de plantas de tratamientos de agua con membranas.
Algunos de los síntomas que presenta una planta de ósmosis inversa con membranas sucias son:
Todos estos síntomas afectan al rendimiento en los equipos de tratamiento de agua, generando sobrecostes en la explotación de estos o, incluso, paradas prolongadas de producción.
Un buen servico técnico, como el de J.Huesa, evaluará, en función de los datos recogidos dentro de la gama de mantenimiento, check-lists, datos de normalización de planta y distintas analíticas de seguimiento y actuaciones, entre las cuales se incluyen:
Según los resultados obtenidos y al seguimiento de la planta, el equipo técnico de Postventa elaborará un informe que concluirá con una decisión, que aportará la mejor solución desde el punto de vista técnico, económico y medioambiental, en función de la situación real en la que se encuentra la planta de tratamiento de agua.
De esta forma, nos encontramos con esta batería de posibles soluciones:
Por todo lo expuesto en este texto, J. Huesa Water Technology insiste en la importancia de contar con un servicio postventa cualificado que sea capaz de dar una respuesta rápida y adecuada ante cada una de las situaciones que se encuentran las plantas de tratamiento de agua de las distintas industrias. Precisamente, uno de los principales activos de J. Huesa como empresa que cubre el ciclo integral del agua, es su Departamento de Postventa, que está integrado por un equipo de profesionales con amplia experiencia en el sector que garantiza la mejor solución desde el punto de vista técnico, económico y medioambiental.