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A pesar del conflicto bélico en Israel, que afecta al resto de países del Oriente Medio, esta zona tiene también otro grave problema con un impacto sin precedentes: la escasez de agua. Hablar de la transformación digital de las gestoras del agua en Oriente Medio es hacerlo de una de las palancas más importantes para darle la vuelta a una situación preocupante. Los retos actuales (y futuros) a los que se expone la región ponen en valor la importancia de implementar soluciones que permitan dibujar un horizonte de sostenibilidad y eficiencia hidráulica. Y en este punto, la digitalización es clave según Idrica.
Oriente Medio tiene ante sí un futuro no exento de retos en el área hidráulica. El cambio climático, los movimientos migratorios, la escasez de agua o la sobreexplotación de acuíferos son solo algunos aspectos a tener en cuenta. Para Ian Rodgers, Solutions Architect de Xylem Inc., las empresas de servicios públicos “deben ser más conscientes desde el punto de vista operativo del rendimiento de sus activos, siendo capaces de identificar dónde funcionan de forma óptima, más rápida y eficiente, algo que se puede lograr a través de la transformación digital”. En este mismo sentido, Christian Pérez, Manager de Idrica Qatar, señala que la transformación digital “permite mejorar la gestión del ciclo integral del agua, el servicio al cliente y reducir costes, entre otros beneficios”. Por tanto, la transformación digital en Oriente Medio se ha revelado como un actor fundamental en un momento de desafíos hídricos en la región.
Uno de estos desafíos reside en la demografía y los movimientos migratorios. Hay que tener en cuenta que, de los 17 países en riesgo extremo de escasez de agua, 11 se encuentran en Oriente Medio y el Norte de África (UNICEF). Además, se estima que la población de los países del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (Gulf Cooperation Council) - Arabia Saudí, Kuwait, Emiratos Árabes, Qatar, Bahréin y Omán-, aumente en 14 millones en 2050.
Como resultado, se estima que la demanda promedio del agua en la región de GCC será de 33,7 millones de metros cúbicos en los próximos 25 años. Sin embargo, la previsión futura de almacenamiento es de solo 25,8 millones de metros cúbicos. Por tanto, la capacidad técnica es otro de los retos principales a los que hacer frente para garantizar la demanda. No obstante, ambos especialistas en Xylem Vue powered by GoAigua, la plataforma surgida del partnership entre Idrica y Xylem, señalan que dicha capacidad técnica debe ir acompañada de una inversión que, en estos momentos, es insuficiente.
Por otra parte, todos los expertos señalan que Oriente Medio será un punto crítico del cambio climático, pues se calienta al doble de rapidez que el promedio global, lo que originará el incremento de eventos extremos. Cabe destacar que el clima en la región es árido y semiárido con un 43% del territorio siendo desierto, y que, con el aumento de las temperaturas, también aumentan las probabilidades de lluvias extremas que derivan, a su vez, en inundaciones. En este mismo sentido, la escasez de agua de lluvias y la falta de capacidad para conservarla, produce que se estén sobreexplotando los acuíferos para abastecer las necesidades derivadas de la agricultura, que concentra el 85% del agua consumida en Oriente Medio y el norte de África, tal y como señala el Banco Mundial.
A todos estos retos hay que añadir, además, una digitalización desigual, así como un sistema de distribución ineficiente, principales razones por las que casi la mitad del agua no está disponible, debido, entre otros motivos, por fugas.
Ante esta situación, la transformación digital de las gestoras del agua se ha convertido en una necesidad para lograr los objetivos de mejorar la eficiencia y la sostenibilidad en la gestión hídrica. En este sentido, cabe resaltar algunas de las oportunidades de esta necesaria transformación digital en una región como Oriente Medio:
Por tanto, y tal y como indica el Banco Mundial, invertir en agua es rentabilidad, una inversión enfocada en las personas, en la educación, en infraestructuras, en reciclaje del agua, etc. Pero, sobre todo, invertir en transformación digital de las gestoras del agua como un vehículo para hacer frente a los retos venideros en dos de las regiones en mayor riesgo como son Oriente Medio y Norte de África.