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La gestión del agua en el Sudeste Asiático entraña múltiples desafíos debido a diversos factores como su geografía, clima, crecimiento poblacional y desarrollo económico.En este artículo, Idrica, como empresa internacional de tecnología para el sector del agua, especializada en soluciones digitales, señala los 10 retos de la gestión hídrica en esta parte del mundo.
El Sudeste Asiático es una de las regiones más susceptibles al cambio climático, debido tanto al incremento notable de los gases de efecto invernadero como al aumento registrado de las temperaturas. Así mismo, es una de las zonas que mayor población mundial reúne (60%), y que se concentra principalmente en las ciudades que, además de emitir más calor, precisan de nuevas construcciones en llanuras aluviales, bloqueando las vías fluviales con el consiguiente riesgo de inundaciones. Además, este crecimiento de las ciudades aumenta también el estrés hídrico. Tal es así, que el Banco Asiático de Desarrollo, en 2015, estimó una diferencia del 40% entre la oferta y la demanda de agua en 2030. Para Víctor Lorente, Client Solution Architect de Idrica, “es fundamental conocer y abordar los retos en la gestión del agua en el Sudeste Asiático para garantizar la sostenibilidad y el crecimiento de la región desde el punto de vista social, económico e industrial”.
Es esta situación, precisamente, la que impulsa la necesidad urgente de abordar sus problemas de gestión del agua. En este sentido, Martin Shaw, NRW Solution Architect de Xylem, situado en Malaysia, destaca la tecnología como un protagonista fundamental en este ámbito. “En una región con una economía en crecimiento, la tecnología se convierte en una palanca del cambio en el objetivo de garantizar a todos la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y de los servicios higiénico-sanitarios”.
Por ello, algunos de los retos más importantes en la gestión del agua para la región son los siguientes:
1. Escasez de agua. La disponibilidad de agua dulce en el Sudeste Asiático es limitada y desigualmente distribuida. Tal y como señalaba el Banco Asiático de Desarrollo, China, sur de Asia y los centros urbanos de SEA, son los principales afectados por esta escasez, aunque no son los únicos. Muchos países de la región afrontan escasez de agua, especialmente en períodos de sequía, lo que afecta a la población, la agricultura y la industria. Para el especialista de Idrica, Víctor Lorente, uno de los principales retos en este aspecto reside en “cómo optimizar la gestión de ese recurso escaso a lo largo de todo el ciclo integral del agua, desde su captación, hasta su potencial rehúso. Y cómo, todos las partes involucradas e interesadas en ese ciclo deben alinearse para conseguir un reparto más equitativo y eficaz del agua”.
2. Contaminación del agua. En un estudio realizado por el Programa Ambiental de Naciones Unidas se destacaba que, en la región de Asia-Pacífico, el 80% de las aguas de los ríos está contaminado. El rápido desarrollo industrial y urbano en algunos países del Sudeste Asiático ha llevado a la contaminación del agua por productos químicos, residuos industriales y aguas residuales no tratadas. Esto afecta a la calidad del agua y a la salud de las comunidades que dependen de ella.
3. Gestión de inundaciones. Durante la temporada de lluvias, el Sudeste Asiático también enfrenta inundaciones graves que afectan a millones de personas y causan daños materiales significativos. La falta de infraestructuras adecuadas y sistemas de gestión de inundaciones eficientes agrava este problema.
4. Gestión de recursos hídricos transfronterizos. Varios ríos y cuencas en el Sudeste Asiático son compartidos por múltiples países, lo que puede dar lugar a disputas sobre el uso y gestión de los recursos hídricos transfronterizos.
5. Cambio climático. El aumento de las temperaturas y los cambios en los patrones de precipitación debido al cambio climático tienen un impacto significativo en la disponibilidad de agua y la frecuencia e intensidad de eventos extremos como sequías e inundaciones.
6. Desarrollo sostenible. El equilibrio entre el desarrollo económico y la conservación del medio ambiente es un desafío importante en la gestión del agua en la región. El desarrollo económico experimentado por la región en los últimos 10 años a menudo conlleva una mayor demanda de agua (y de energía), lo que puede exacerbar los problemas de escasez y contaminación.
7. Sobreexplotación de acuíferos. En algunas zonas, la extracción excesiva de aguas subterráneas para el riego y el uso doméstico provoca el agotamiento de los acuíferos y la intrusión de agua salada, lo que hace que el agua no sea apta para el consumo y el riego. En estos lugares será esencial adoptar medidas adicionales, como programas para mejorar las fuentes de agua no convencionales, el almacenamiento de agua superficial y la gestión de la demanda.
8. Infraestructuras inadecuadas. Muchas partes de la región carecen de infraestructuras hídricas adecuadas, como instalaciones de tratamiento de agua, redes de distribución y sistemas de drenaje, lo que afecta al acceso al agua potable y aumenta la vulnerabilidad a las inundaciones. “Los países de esta región deben mejorar con urgencia la gestión del agua con liderazgo y aportar soluciones en las zonas más afectadas” apunta Martin Shaw. Además, cabe señalar en este punto, que cerca de la mitad del mercado mundial de agua embotellada se concentra en el continente asiático, un factor más que desalienta la inversión en infraestructuras públicas.
9. Crecimiento demográfico. Tal y como señala Naciones Unidas, aproximadamente, 3 de cada 5 habitantes del mundo viven en Asia, lo que supone el 60% de la población mundial, una proporción que se mantendrá hasta el año 2050. El incremento de la población y de las actividades económicas en las ciudades, combinado con una rápida urbanización de las mismas, deriva en una una presión adicional sobre los recursos hídricos, ya que la demanda de agua aumenta. Además, se hace necesario aumentar las cosechas procedentes de la agricultura de regadío ya que el 70% de los recursos hídricos se destinan a dicho tipo de agricultura, lo que está provocando un aumento de la escasez de agua.
10. Gobernanza y política del agua. La incoherencia en la gobernanza del agua, la falta de una gestión integrada del agua y el solapamiento de responsabilidades entre diversos organismos obstaculizan a menudo la eficacia de las estrategias de gestión del agua. Las políticas medioambientales no pueden tomarse localmente, si no que deben ser globales y comprender la complejidad de los sistemas ecológicos.
Para abordar estos retos, los países del Sudeste Asiático necesitan adoptar enfoques integrales de gestión del agua que incluyan la implementación de políticas sostenibles, el fortalecimiento de la infraestructura de agua, la promoción de la conservación y el uso eficiente del agua, y la cooperación regional para gestionar los recursos hídricos transfronterizos de manera conjunta y equitativa. Además, la concienciación pública sobre la importancia del agua y la participación activa de las comunidades locales también son cruciales para lograr una gestión del agua más efectiva y sostenible en la región.