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Los daños causados por el agua pueden causar deterioros graves a las viviendas y a los artículos del hogar, así como a cualquier local comercial. A medida que el clima se vuelve más frío, las tuberías que se han congelado y luego se han descongelado pueden sufrir fugas de agua y representan un riesgo muy importante. En este reportaje, Martin Wilson, director de ventas de Resideo, describe por qué el clima frío conlleva un riesgo adicional de fugas de agua en el hogar y cómo los instaladores pueden agregar valor a sus propuestas.
Los instaladores pueden desempeñar un papel central para ayudar a los consumidores finales o propietarios de locales a minimizar las molestias y los costes no deseados de las fugas de agua a través de soluciones tecnológicas inteligentes que pueden gestionar mejor los incidentes.
Como apreciarán los instaladores, las fugas domésticas pueden ocurrir en varias áreas de una casa, y los casos más comunes se encuentran en grifos, inodoros y tanques de agua caliente. Durante los meses de invierno, las tuberías también pueden desarrollar grietas debido al congelamiento y descongelamiento. Esto significa que a medida que cambian las estaciones, las tuberías pueden agrietarse por estar más dañadas de lo que cree.
Las reclamaciones de seguros por ´escape de agua´ pueden aumentar significativamente en los meses de invierno debido a la rotura de tuberías congeladas. Este tipo de reclamaciones son más habituales de lo que se piensa y cuando los usuarios experimentan una fuga o inundación, el daño ya está hecho. En algunos casos, el seguro puede cubrir los daños, pero las limitaciones y los deducibles de la póliza aún pueden generar costos financieros inesperados. En casos extremos, es posible que los hogares necesiten reubicar y mover temporalmente muebles y pertenencias mientras se realizan las reparaciones.
Para reducir el impacto de los daños causados por el agua, los instaladores pueden estar a la vanguardia e instar a la implementación de medidas sensatas de reducción de riesgos, como el mantenimiento regular. El instalador profesional puede desempeñar un papel activo para asegurar a los clientes que los posibles daños relacionados con el agua pueden minimizarse y agregar valor a las relaciones que tienen con sus clientes.
Algunas de las medidas que los instaladores pueden promover incluyen una inspección exhaustiva y periódica del sistema de fontanería, incluidas tuberías, grifos, inodoros y electrodomésticos. También se puede comprobar la presión del agua para garantizar que esté dentro del rango recomendado, y también se pueden comprobar las tuberías para garantizar que estén correctamente protegidas antes de las estaciones frías.
Cuanto más fría sea la temperatura exterior, mayores serán las posibilidades de que se produzca un bloqueo de hielo en las tuberías. Sin embargo, la temperatura exacta a la que las tuberías pueden congelarse puede variar, especialmente si las tuberías están expuestas a corrientes de aire. Aislar las tuberías de agua y los tanques de agua puede ayudar con esto, por lo que vale la pena verificar si el cliente ya cuenta con medidas de aislamiento en su próxima visita.
Además, los controles de calefacción pueden desempeñar un papel vital para evitar que las tuberías se congelen. Un termostato inteligente, como el Honeywell Home T6 de Resideo, tiene protección contra heladas incorporada incluso cuando el termostato está en la posición ´Apagado´, lo que garantiza que la casa se caliente a 5°C como mínimo para evitar que las tuberías se congelen cuando en el exterior las temperaturas bajan.
Al implementar medidas de precaución, los clientes reducen el riesgo de fugas de agua y están en una posición mucho más sólida para mantener un sistema de fontanería saludable y eficiente.
Para llevar la atención preventiva al siguiente nivel y proporcionar tranquilidad, los instaladores pueden respaldar a su base de clientes aconsejando un sistema fiable de detección de fugas de agua.
Por ejemplo, el detector de congelamiento y fugas de agua WiFi Resideo Braukmann L1 se puede colocar en áreas donde el agua podría causar daños, lo que lo hace ideal para baños, cuartos de servicio, debajo de fregaderos o alrededor de tuberías. Fácil de instalar y habilitado para WiFi, el L1 alertará sobre fugas o tuberías congeladas con notificaciones a smartphone a través de la aplicación Resideo Smart Home. También enviará alertas dentro de la propia vivienda, mediante luces led y un sistema de alarma de 100 dBA.
Mientras tanto, si se detecta una fuga, la válvula de cierre de fugas de agua WiFi Resideo Braukmann L5 cierra automáticamente el suministro de agua a la casa. La válvula de cierre corta el suministro de agua de la casa cuando el L1 detecta agua a través del cable sensor de 1,5 m conectado al dispositivo. El rango de detección de fugas también se puede ampliar hasta 152 m añadiendo otros cables de sensor.
Los propietarios también pueden emparejar el L5 con el detector L1 y la aplicación Resideo Smart Home para poder controlar el suministro de agua desde cualquier lugar. Al combinar estos productos, se pueden configurar alertas para que los propietarios puedan notificar a su instalador sobre fugas o cortes, garantizando que se genere rápidamente conciencia de que es necesario tomar medidas.
Colaborar con los clientes y sensibilizarlos sobre las posibles soluciones que pueden mitigar la posibilidad de daños por agua puede ser una forma poderosa de consolidar aún más las relaciones a largo plazo. Hacerlo puede suponer un avance real para reducir el elevado coste de las fugas a las que se enfrentan anualmente los propietarios de viviendas en España y sus aseguradoras. En este contexto, Resideo ofrece sus productos de prevención de fugas de agua.