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La digitalización del agua es un tema estrella, pero para digitalizar hay que tener una estrategia: tener claro qué se pretende obtener y cuál es el objetivo que tienen que proporcionar los datos y, a partir de ahí, iniciar el despliegue. Además, las acciones como administración deben funcionar coordinadas en equipos multidisciplinares, tanto para tener todos los datos de la organización al servicio de todos, garantizar la comunicación priorizando los despliegues a aquellas zonas que tengan proyectos en desarrollo y homogeneizar criterios en todos los aspectos, formatos de los datos, adecuación de la comunicación y sensórica adecuada. Esto es lo que se ha llevado a cabo en el Principado de Asturias con una política en digitalización conjunta y coordinada.
En el Principado de Asturias ya se estableció en el 2017 un proyecto de transformación digital 2017-2022 que se marcaba como misión agilizar los servicios a los ciudadanos para promover un entorno más favorable para el desarrollo social y tecnológico en esta comunidad autónoma, así como adecuar los procedimientos administrativos y de gestión al medio electrónico. Los ejes que pretendían vertebrar esa transformación eran:
Durante la evolución en este proceso, surgió la crisis del COVID-19, que supuso la necesidad de replantear algunos aspectos de la estrategia que se estaba llevando a cabo y la aceleración de diversas iniciativas planificadas para algunos años más tarde. Fruto de esta reflexión, se elaboró en 2021 una nueva estrategia de transformación digital de la administración del Principado de Asturias, donde se planteaba el desarrollo digital de la región como parte fundamental de la misma. Una administración que fuese el motor y la referencia del progreso digital de la sociedad y de la competitividad de las empresas de la región. Así pues, se estableció que para lograr un territorio digital era prioritario transformar la administración en una plataforma de servicios públicos digitales. Este reportaje detalla esta nueva estrategia.
