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En pleno Parque Fluvial del Turia, el consejero delegado del Grupo Aguas de Valencia, Dionisio García Comín, y la directora de la Fundación Limne, Sales Tomás, en presencia del Comisario de Aguas de la Confederacion Hidrográfica del Júcar, Javier Ferrer, han firmado el acuerdo por el cual la empresa de servicios del agua desarrollará en los próximos dos años un proyecto de voluntariado corporativo que tiene por objeto la recuperación de la biodiversidad de las orillas del río Turia.
El proyecto que liderará Aguas de Valencia se centrará, principalmente, en la lucha contra las
especies invasoras del río, como la caña común Arundo donax, considerada como una de las 100 especies invasoras más peligrosas y nocivas a escala mundial, por su capacidad de desplazamiento de la vegetación autóctona. La prioridad es la limpieza de 500 metros cuadrados, próximos a una de las potabilizadoras que abastecen a Valencia y su área metropolitana, así como la eliminación de las especies invasoras que impiden el crecimiento y desarrollo de las especies autóctonas.
Complementariamente, este proyecto se centrará en la mejora del bosque de ribera, así como
otras actuaciones que contribuyan a la recuperación de la biodiversidad autóctona de este ecosistema valenciano, como el seguimiento de la calidad del agua a través de bioindicadores. Un hecho desconocido por mucha gente es que la presencia o ausencia de ciertas larvas de insectos, caracoles de agua u otros organismos del río -denominados macroinvertebrados- son indicadores de la calidad y del estado de conservación del mismo. En la Fundación Limne lo saben bien y, desde su creación en 2007, esta entidad ha dedicado sus esfuerzos a acrecentar el vínculo de la ciudadanía con los ecosistemas acuáticos, fomentando la implicación de la sociedad en la conservación y mejora de ríos, barrancos, charcas u otros espacios ligados al agua.
