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La Organización Internacional de Normalización (ISO) ha aprobado la primera normal internacional sobre la Huella de Agua, la ISO 14046, que establece las directrices para evaluar el uso del recurso hídrico en productos, procesos y organizaciones, además del impacto ambiental, durante su ciclo de vida. El concepto de huella hídrica se refiere tradicionalmente al volumen total de agua que se utiliza, directa e indirectamente, para producir los bienes y servicios consumidos por una población. Con ello se busca la mejora en la gestión del agua.
La norma, una vez traducida al español por el grupo de trabajo internacional de traducción de ISO, en el que AENOR desempeña la secretaría, será previsiblemente adoptada al catálogo español de normas técnicas y se publicará en julio o agosto, según informa AENOR. El documento ha sido aprobado en el plenario del comité técnico internacional sobre Gestión Ambiental ISO/TC 207, tras 4 años de trabajo. En su elaboración, han participado unos 40 expertos de unos 20 países, entre ellos españoles a través de AENOR.
Las normas técnicas contienen las buenas prácticas y el consenso del mercado respecto a la mejor forma de abordar procesos importantes para las organizaciones y para la sociedad en general. Las normas se elaboran con la participación de las partes implicadas en cada caso y son fruto del consenso, estando al alcance de todos. Entre otras ventajas, la huella de agua ayudará a evaluar la magnitud de los posibles impactos ambientales relacionados con el agua a través de distintos indicadores. Además, permitirá identificar las oportunidades de reducir los posibles impactos relacionados con el agua asociados a productos en distintas etapas del ciclo de vida, así como a procesos y organizaciones.