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Aema ha puesto en marcha un nuevo proyecto de investigación para el tratamiento de las aguas residuales industriales. Se trata del Proyecto Phaseplit, que servirá para desarrollar un reactor que ofrecerá a las pymes agroalimentarias una alternativa económica y técnicamente viable para el tratamiento descentralizado de sus aguas residuales. La duración esperada del proyecto es de 24 meses y el coste total asciende a 1.486.853 €, de los cuales 1.124.000 € son financiados por la Unión Europea (UE).
La industria alimentaria es el segundo mayor sector industrial de la UE, donde más del 95% de las compañías del sector son pequeñas y medianas empresas. Esta industria es hoy en día una de las fuentes principales de contaminación orgánica en los ríos europeos, a pesar de la obligación existente de tratar el agua. Además, las pymes de este sector utilizan una gran cantidad de electricidad y calor (hasta 200 kWh/ton y 3 GJ/ton, respectivamente para las pymes de tamaño medio), por lo que ahorrar energía es una necesidad urgente para reducir costes y compensar el esperado aumento del precio de la energía y los productos derivados de la agricultura.
Ante estos hechos, el Proyecto Phaseplit (Reactor anaeróbico bifásico ácido/gas para aguas residuales provenientes de pymes agroalimentarias) servirá para desarrollar un reactor que ofrecerá a las pymes agroalimentarias una alternativa económica y técnicamente viable para el tratamiento descentralizado de sus aguas residuales. Phaseplit se basa en la optimización del proceso anaerobio en dos fases (ácidogénesis/metanogénesis) que será aplicado por primera vez al tratamiento de aguas residuales. Esta nueva tecnología permitirá a las pymes cumplir con las estrictas regulaciones medioambientales de la UE y así reducir la contaminación orgánica en los ríos.
Las empresas se beneficiarán de Phaseplit gracias a una reducción del 50% en los costes de inversión y un 30% en los costes de operación respecto a los sistemas de tratamientos de aguas residuales actualmente disponibles. Estos ahorros se conseguirán gracias a la optimización de la configuración del reactor anaerobio que propone Phaseplit, así como a la maximización de la producción de biogás obtenida como consecuencia. El biogás producido puede ser revalorizado en forma de electricidad y calor, suficiente como para cubrir las necesidades el propio tratamiento y además, obtener un extra para que las pymes puedan compensar futuros incrementos en los precios de la energía.
A través del Proyecto Phaseplit, perteneciente al programa Instrumento para pymes del Séptimo Programa Marco, la Unión Europea está invirtiendo en el desarrollo de tecnología innovadora para mejorar la actual falta de competitividad medioambiental de las pymes. Precisamente, este proyecto está integrado por cinco pymes europeas: las españolas Aema e Industrial Moreypi; la rumana Societatea de Inginerie Sisteme SIS y las francesas Prodeval SAS (FR) y SARL Distillerie BEL. Además, el proyecto cuenta con dos instituciones de investigación responsables de la innovación, la española Tecnologías Avanzadas Inspiralia y la portuguesa Instituto de Biologia Experimental e Tecnológica (PT). Finalmente, una gran empresa usuario final está involucrada para cerrar el ciclo de investigación: la portuguesa Sumol+Ccompal Marcas.