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El proyecto Coware (desarrollo de tecnología para la codigestión anaerobia de residuos), promovido por Cetaqua y la Universidad de Santiago de Compostela (USC) ha finalizado ya. Con él se ha analizado cómo optimizar el proceso de codigestión anaerobia mediante una tecnología que trata los residuos orgánicos, a la vez que obtiene biogás y digestato, dos productos con propiedades fertilizantes.El resultado es hasta un 12% de reducción en el consumo energético en industrias y depuradoras.
Después de un año y medio de investigación, Coware ha demostrado la viabilidad técnico-económica de la tecnología de codigestión anaerobia aplicando un innovador sistema de control. Este sistema se basa en la formulación óptima de mezclas de residuos permitiendo duplicar la producción de biogás y aumentando la calidad agronómica del digestato. De esta manera, se reduce el consumo energético en industrias y depuradoras hasta un 12%.
El proyecto se ha llevado a cabo en dos escenarios diferentes, industrial y urbano, para demostrar su amplia aplicabilidad en diferentes sectores. Por una parte, se instaló una planta piloto en la fábrica láctea Acolact, situada en Caldas de Reis, donde se trataron los residuos generados por la propia industria y los residuos de la industria de congelados Clavo. Como escenario urbano se escogió la estación depuradora de aguas residuales de Bens, en A Coruña, donde se instaló una segunda planta piloto para tratar los lodos procedentes de la depuradora junto con residuos del matadero Carnicosa y de la empresa Patatas Prado.
Coware, con un presupuesto de 1,2 millones de euros, ha contado con la financiación de la Axencia Galega de Innovación (GAIN) dentro del programa Conecta Peme 2014. Además de Cetaqua y el Grupo de Ingeniería Ambiental y Bioprocesos de la USC, en el proyecto han participado diferentes pymes gallegas: Espina Obras Hidráulicas; Técnicas de Soft; Acolact; Otto Ingeniería y Medioambiente; y Ecocelta. Una de las claves del proyecto ha sido la colaboración público-privada donde los organismos de investigación, Cetaqua y USC, han aportado el conocimiento científico necesario a las empresas para el desarrollo del proyecto.