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Ence, dentro de su compromiso de colaboración con sus vecinos de la ciudad de Pontevedra y su comarca, va a proponer a todas las administraciones públicas implicadas colaborar en la financiación de la ampliación de la estación depuradora de aguas residuales de Pontevedra y resolver así, definitivamente, la depuración de las aguas de Pontevedra y parte de la comarca, así como el mal olor de la EDAR de Os Praceres situada en las inmediaciones de la fábrica. Además, y dentro de un proyecto propio industrial, la empresa invertirá más de 20 millones de euros en una tercera depuradora en serie con más avanzada tecnología, que permitirá mejorar todavía más la calidad de su efluente.
La sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre el incumplimiento de Pontevedra en materia de depuración de las aguas residuales urbanas, pone de manifiesto los serios problemas de contaminación de la Ría por aguas fecales que tienen su origen en las aguas residuales urbanas, esto es, las aguas domésticas. Se trata de un problema que no sólo la propia Ence sino colectivos como las cofradías de mariscadoras han puesto de manifiesto desde hace años, y que no es en absoluto responsabilidad de la empresa. Además, el mal funcionamiento de la EDAR de Os Praceres (ubicada justo junto a las instalaciones de Ence) genera la mayor parte de los días del año un problema de malos olores que se achaca injustamente al funcionamiento de la fábrica de Ence en Lourizán, que nada tiene que ver con esas molestias. Por todo ello, Ence ha decidido tomar las riendas para solucionar estos problemas.
Proyecto Nuevo Ciclo del Agua
Así mismo, la empresa destinará más de 20 millones de euros al proyecto denominado Nuevo Ciclo del Agua. Una vez efectuada esta inversión, el Centro de Operaciones de Ence en Pontevedra pasará a reciclar y reutilizar gran parte del agua que emplea en su proceso productivo. Y reducirá en más de un 90% tanto el agua que toma cada día del Lérez como el volumen de su efluente a la Ría.
El proyecto comenzó a ser diseñado en 2014. No existen proyectos comparables en funcionamiento en el sector industrial español. Y viene a sumarse a otras iniciativas de Ence destinadas a continuar avanzando en materia de excelencia ambiental, como las inversiones para la eliminación de olores o el proyecto de integración arquitectónica de la fábrica en el entorno de la Ría de Pontevedra.
Ence ha convocado a las principales empresas multinacionales del sector de aguas para continuar avanzando en eficiencia en su ciclo del agua. Sus propuestas alcanzan el objetivo de reducir la demanda de agua del Río Lérez hasta dejarla en aproximadamente 4.000 metros cúbicos de agua al día. Supone una reducción superior al 90% con respecto a la demanda de agua actual de la fábrica.
Este proyecto es pionero en la industria global de la celulosa. El director del Centro de Operaciones de Ence en Pontevedra, Antonio Casal, recuerda que la empresa "defiende desde hace tiempo que desde aquí, desde, Pontevedra, también en materia de economía sostenible podemos estar a la vanguardia del mundo. Frente a quienes defienden que los pontevedreses no somos capaces de compatibilizar economía, investigación aplicada y medio ambiente, nosotros llevamos años aportando hechos que demuestran que Pontevedra puede hacer de su Ría un ejemplo de integración de actividades pesqueras, industriales, portuarias, turísticas y deportivas".
Avance sobre avance
Ence ya redujo su consumo total de agua cerca de un 43% en los últimos 25 años. Además, los indicadores ambientales de su Centro de Operaciones de Pontevedra mejoran muy sensiblemente la normativa de la Unión Europea y las exigencias de la Autorización Ambiental Integrada (AAI) por la que opera. Así, la demanda química de oxígeno del efluente depurado de la empresa mejora hasta en un 80% las normas comunitarias, por ejemplo.
Una vez puesto en marcha el proyecto Nuevo Ciclo del Agua, la demanda de agua del Lérez por parte de la fábrica será equivalente al 10% de la demanda de agua de la fábrica en 2014. Y mejorará también sensiblemente la calidad del efluente a la Ría.
Para lograr estos resultados, el proyecto contempla la reutilización de una parte muy importante del caudal y la puesta en marcha de etapas de depuración adicionales para el agua. A la depuración biológica, también conocida como tratamiento secundario, que se emplea actualmente, se le sumará un tratamiento terciario. Este tratamiento incluye etapas de microfiltrado con filtros de tela y, a continuación, etapas de ultrafiltración mediante membranas. Acometidas estas etapas y un proceso de ósmosis inversa, realizado también mediante membranas, el efluente final será una solución acuosa prácticamente transparente. En la fase de ósmosis inversa, la tecnología empleada es similar a la que se emplea para potabilizar agua de mar.