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La estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de El Torno, en Chiclana, acoge una nueva iniciativa europea de investigación tecnológica. El proyecto Incover se centrará en el desarrollo de sistemas sostenibles de depuración basados en algas y bacterias, poniendo especial énfasis en la obtención de productos de valor, como biofertilizantes, biometano y bioplásticos.
Incover es una iniciativa complementaria al proyecto All-gas, implantado en Chiclana desde hace cinco años y focalizado en la obtención biocombustibles para transporte. Una nueva apuesta de Aqualia en Chiclana, reforzando este municipio como epicentro de la investigación y desarrollo de sistemas sostenibles de depuración.
El proyecto Incover está liderado por el centro tecnológico Aimen y con Aqualia como principal socio industrial. Tienen una subvención de 7.209.032 euros en el marco del programa Horizonte 2020. El resto de la inversión, hasta completar los 8.431.385 euros en los que se ha presupuestado la investigación, será sufragado por un consorcio de 18 entidades de 7 países. Se trata de un proyecto europeo muy ambicioso, y algunas de las tareas se desarrollarán en la depuradora El Torno, aprovechando en gran medida las instalaciones existentes y el conocimiento adquirido en la fase piloto y prototipo de All-gas. De esta forma se garantiza la continuidad de la actividad durante tres años más, toda vez que la fase de investigación del proyecto All-gas está próxima a finalizar.
La filosofía de Incover es transformar la tecnología de saneamiento para el tratamiento de aguas residuales en una industria de obtención de productos de valor ecológico que provea además agua reciclada. Se trata por tanto de productos que complementan a los que hoy por hoy se obtienen mediante All-gas, entre los que destaca un combustible ecológico como el biogás.
Se obtendrá bioplástico, biometano y agua regenerada
Una primera fase de demostración derivará posteriormente en la infraestructura para escalar la investigación a una población equivalente de 100.000 habitantes. Mediante el tratamiento y depuración de las aguas residuales se prevé la obtención de bioplásticos, biometano y, por último, agua regenerada.
Se estima que las soluciones que aportará este proyecto permitirían reducir al menos en un 50% el costo de mantenimiento del tratamiento de aguas residuales. Hoy por hoy le tecnología debe encaminarnos a considerar las aguas residuales como una fuente de energía para la obtención de productos de gran valor añadido y ecológicamente sostenibles mediante estrategias de economía circular.
Entre los 18 socios que componen el consorcio que llevará adelante el proyecto Incover se encuentran entidades y empresas de Dinamarca, Alemania, Grecia, Portugal, Francia, Reino Unido y España.