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El 5 de junio personas y empresas de todo el mundo celebran el Día Mundial del Medio Ambiente. Este año, el tema ´Conectar a las personas con la naturaleza´ pretende hacer hincapié en la importancia de la naturaleza en nuestra vida cotidiana e instar a ciudadanos y empresas por igual a asumir la responsabilidad de proteger la Tierra. En este sentido, Dow Water & Process Solutions, experto en tecnologías sostenibles de separación y purificación de agua, muestra cómo las tecnologías de tratamiento del agua pueden ayudar a empresas y municipios en su transición a un modelo de economía circular.
Este planteamiento supone traspasar los límites de un modelo de economía lineal, en el que se toman las materias primas, se fabrican con ellas y se desechan, para adoptar un enfoque circular, en el que las materias primas se reciclan y se reutilizan. Por este motivo, las tecnologías que potencian la reutilización de las aguas residuales entre industrias y municipios pueden marcar una auténtica diferencia a escala mundial.
Según la Organización de las Naciones Unidas, en 2030 el mundo necesitará un 30% más de agua y un 45% más de energía, y en estos momentos un 40% de la población mundial ya está afectada por la escasez hídrica. Mientras que la demanda de agua no deja de crecer, habida cuenta de las previsiones de población mundial fijadas en 8300 millones para 2050, los recursos de agua dulce son muy limitados, puesto que el 99% del agua de la Tierra requiere tratamiento para su potabilización porque es agua salina o procedente de los océanos.
Así, la desalinización se ha convertido en un tratamiento fundamental para el suministro de agua limpia. Sin embargo, su principal inconveniente radica en el uso de energía, que representa hasta el 50% del coste total del tratamiento. En consecuencia, los científicos trabajan para disminuir el consumo energético de los tratamientos, y las membranas de ósmosis inversa, como Dow Filmtec Seamaxx, se han diseñado para funcionar con un 10% menos de energía, de modo que son más sostenibles y permiten reducir los costes de funcionamiento.
Cuando esta agua desalinizada se utiliza en los municipios, por lo general alrededor del 80% del conjunto de las aguas residuales de nuestros hogares y ciudades retorna a la naturaleza sin tratarse ni reutilizarse, contaminando el medio ambiente y perdiendo valiosos nutrientes y otros componentes recuperables. Si se tiene en cuenta que, de media, la huella hídrica de un ciudadano español, esto es, el agua consumida de forma tanto directa como indirecta, alcanza los 6,700 litros diarios, queda claro que la reutilización de las aguas residuales de origen municipal es un hito decisivo para progresar en la consecución de un mundo más respetuoso con el medio ambiente. Las empresas son plenamente conscientes de ello, y algunas trabajan para marcar la diferencia. Por ejemplo, el hotel Park Hyatt de Dubai utiliza las tecnologías sostenibles de ósmosis inversa y ultrafiltración de Dow para filtrar las aguas residuales del hotel y, así, poderlas reutilizar ulteriormente. De este modo, en un año el hotel ha ahorrado una cantidad de agua equivalente al contenido de 62 piscinas olímpicas.
En lugar de desechar las aguas residuales de procedencia municipal directamente al río, pueden reutilizarse en uno de los sectores más intensivos en uso de agua de Europa, el industrial, responsable del 40% de todas las captaciones de este recurso en el continente. En este sentido, Dow Water & Process Solutions participa en Demoware, un proyecto clave financiado por la Comisión Europea que se desarrolla en el complejo petroquímico del Camp de Tarragona. Su objetivo consiste en poner de manifiesto que una mayor reutilización de las aguas industriales, y en especial las procedentes de las torres de refrigeración, puede mitigar el estrés hídrico. Antes del proyecto, las empresas del complejo empleaban únicamente agua dulce del río Ebro, pero ahora esta iniciativa contribuye a liberar esos recursos hídricos y ayuda a incrementar la disponibilidad de agua para otros usos, como los de carácter municipal, los proyectos de fomento del turismo o la agricultura.
Finalmente, las aguas residuales también pueden utilizarse para la agricultura, el sector más intensivo en uso del agua en España, dado que representa el 75% del conjunto de captaciones en el continente. Al final del proceso, tras el uso y la reutilización del agua, y después de su tratamiento, el agua puede devolverse al mar, donde el proceso vuelve a empezar y completa un sistema circular que aporta beneficios al medio ambiente, las empresas y los ciudadanos.
La infografía adjunta muestra los efectos que un modelo circular podría tener en la naturaleza, los municipios y las empresas de todo el mundo.