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La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), organismo adscrito al Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama), cumple 90 años de existencia como entidad pública encargada de la gestión del agua en esta cuenca española de 79.000 km2 y una población de 2,1 millones de habitantes, ya que fue creada por Real Decreto-Ley 1.103 de 22 de junio de 1927.
El documento, rubricado por el rey Alfonso XIII, enumera en su exposición de motivos que las obras hidráulicas efectuadas con anterioridad en la zona "forman una excelente base para el plan que la Confederación ha de redactar con un conjunto armónico de aprovechamientos (…) para mejorar la riqueza no sólo de Castilla, sino de toda la nación".
A propuesta del entonces ministro de Fomento, el ingeniero de caminos Rafael Benjumea, que promovió mejoras en diferentes infraestructuras –canales, carreteras y líneas férreas–, se hace constar que la cuenca presenta unas "condiciones excepcionales" para convertirse en una de las regiones de "mayor potencialidad económica por los enormes volúmenes de agua existentes".
De hecho, ya se cifra en 400.000 hectáreas la superficie agrícola regable en las vegas, al tiempo que destaca la importancia industrial de la producción de energía hidroeléctrica, que por esos años comienza a dar sus primeros pasos. En este sentido, la generación de esta energía en la cuenca del Duero representa hoy más del 20% del total nacional.
Desde sus orígenes, y a pesar de los cambios políticos, las confederaciones hidrográficas han prestado especial atención a la participación de los usuarios, excepción hecha de las dos primeras décadas del franquismo. No obstante, el impulso dado a las obras hidráulicas permite que, en la década de 1960, aumente la presencia de usuarios en órganos de gestión, y surgen a modo de ejemplo las juntas de explotación.
La CHD gestiona de forma directa 18 embalses del Estado, con una capacidad de 2.877 hm3, que permiten tanto la regulación de caudales como el abastecimiento humano y agrícola. Este último consume cerca del 90% de los recursos disponibles.
Calidad de las aguas y uso sostenible
Además de garantizar la disponibilidad y calidad de las aguas, las competencias de la CHD se han ido ampliando conforme a las demandas sociales de cada momento. Es oportuno recordar que la Ley de Aguas reconoce que se trata de un recurso natural, escaso e indispensable para la vida y el desarrollo de las actividades económicas. También la normativa europea, a través de la directiva marco del agua, apuesta por un uso sostenible y el buen estado ecológico de las masas de agua.
En la actualidad, el organismo de cuenca posee una plantilla de 563 trabajadores, entre funcionarios y personal laboral –de la que sobresale su perfil multidisciplinar– y una red de oficinas de atención al público, además de la sede principal de Valladolid, distribuida por León, Burgos, Soria, Segovia, Salamanca y Zamora.
La organización interna se encuentra configurada en cuatro unidades funcionales diferenciadas: la comisaría de aguas (dominio público hidráulico, relaciones con usuarios, análisis de aguas, aforos, concesiones…); dirección técnica (desembalses, explotación, redacción de proyectos y obras); secretaría general (asuntos económico-administrativos, recursos humanos, archivo e informática) y oficina del plan hidrológico de cuenca, que centra su trabajo en el mismo.
Gestión eficiente
El presidente de la CHD, Juan Ignacio Diego Ruiz, ha señalado que este día ·supone una ocasión especial para recordar a los cientos de trabajadores que nos han precedido en esta casa, desde la vocación de servicio público a la sociedad cuya labor debemos reconocer".
La misma gratitud que ha querido hacer extensiva el presidente, con motivo de la efeméride, a todas las administraciones, instituciones y usuarios presentes en los diferentes órganos colegiados de la CHD, "donde tenemos una estrecha relación y tomamos decisiones conjuntas para lograr gestionar el agua en la cuenca de la manera más eficiente"