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El agua es un recurso escaso y como tal debe ser gestionado de una manera eficiente. Uno de los objetivos de esta eficiencia debe ser la reducción de las pérdidas en las redes de abastecimiento, para lo cual se necesita conocerlas en profundidad. Un ejemplo de actuación con la que se persigue estos objetivos es el Plan de Sectorización y Equilibrado de Presiones, puesto en marcha por Aqualia en Sanlúcar de Barrameda. En ñel, sensores nocturnos inteligentes minimizan las pérdidas de agua por fugas.
El Plan de Sectorización y Equilibrado de Presiones de Aqualia ha consistido en dividir la red de abastecimiento de Sanlúcar en zonas o sectores: Castillo, La Jara, Bonanza-La Algaida, Martín Miguel, Polígono Rematacaudales, Pradillo, El Palomar y Capuchinos.
En cada uno de estos sectores se han instalado grandes contadores, con los que controlar el volumen de agua que se suministra a cada zona y detectar un posible aumento anormal del volumen distribuido, lo que suele ser indicativo de averías. Paralelamente, en aquellos de estos sectores en los que la presión resultaba excesiva, se han instalado válvulas reguladoras de presión. Con estos elementos se consigue equilibrar la presión, sobre todo por la noche, y minimizar, de esta forma, la aparición de roturas por sobrepresión en las tuberías.
Todas estas actuaciones han permitido tener un mayor conocimiento de la red y mejorar el servicio de abastecimiento en términos de continuidad, así como reducir el número de averías y el tiempo de suspensión de suministro necesario para proceder a repararlas. Además, las pérdidas de agua como consecuencia de las averías cada vez son menores al poder actuar más rápido teniendo acotada la zona afectada.
A este respecto, en una segunda fase Aqualia se ha centrado en localizar con la máxima rapidez las averías que son de pequeña-mediana envergadura y que no son visibles ya que no afloran a la superficie. Para ello, se han puesto en servicio equipos de última generación para prelocalizar roturas por ruido. Estos sensores inteligentes entran en funcionamiento en horas nocturnas, cuando el consumo es mínimo, y detectan en un radio de 150 metros el ruido que hace la salida del agua por un orificio (avería) de una tubería a presión. A diario, envían los datos registrados vía GPRS, volcándose éstos en una base de datos para su control y seguimiento por parte de los técnicos de Aqualia. Una vez localizada la fuga de agua con estos prelocalizadores inteligentes, se determina la ubicación exacta en la calle por personal especializado, con el uso de otros instrumentos (geófono y correlador acústicos).
Toda estas medidas puestas en marcha por Aqualia en Sanlúcar persiguen la mayor eficiencia posible a la hora de actuar sobre posibles averías, evitando la pérdida de agua y también molestias a los vecinos afectados.