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El Ayuntamiento de Oviedo, con la colaboración de Aqualia, ha organizado un ciclo de visitas para acercar los procesos de potabilización y control de la calidad del agua que lleva a cabo la compañía al frente de la gestión del Servicio Municipal de Aguas. Esta iniciativa, que se prolongará hasta el próximo 14 de junio, tiene el objetivo de sensibilizar a los ciudadanos sobre la calidad del agua, los procesos de tratamiento que recibe y los controles analíticos que se realizan previos a su consumo.
Los usuarios del Centro Social de Guillén Lafuerza y del Centro Social de La Monxina han inaugurado este ciclo de visitas, acompañados de Marisa Ponga, concejala de Atención a las Personas e Igualdad del Ayuntamiento de Oviedo. Durante la jornada, los ovetenses han conocido en detalle el ciclo integral del agua del municipio de la mano de Sonia Lopez, jefa de Planta y de AlfonsoTomás, gerente del Servicio. Ambos de Aqualia.
En el privilegiado entorno del embalse de Alfilorios, que tiene una cabida de almacenamiento de 9.000 millones de litros, se les explicaron las fuentes de suministro existentes en Oviedo, entre las que destaca el Sistema del Aramo que cuenta con más de una docena de importantes manantiales cuyo aporte de agua es conducido a través de 63.000 metros de tuberías hasta la estación de tratamiento de agua potable (ETAP) de Cabornio.
Entre otros datos de interés que conocieron están, por ejemplo, que en el Concejo hay más de 50 depósitos, y que la red de distribución de agua a los usuarios tiene una longitud de más de 900 kilómetros. Respecto al control analítico, se efectúan más de 14.000 análisis de agua al año, disponiendo Aqualia en Oviedo de un Laboratorio Acreditado ENAC, reconocido por el Ministerio de Medio Ambiente como Entidad Colaboradora y por la Consejería de Sanidad como Laboratorio Independiente. Además, Sanidad efectúa sus análisis independientes.
Seguidamente hicieron una visita interpretativa a la ETAP de Cabornio, donde observaron un panel con el croquis de la planta e hicieron un recorrido guiado por sus instalaciones y sus procesos de tratamiento (preozonización; coagulación-floculación; decantación; ozonización intermedia; filtración y desinfección), siendo su potencial de tratamiento de 1.500 litros por segundo.
Entre los equipos que más llamaron la atención a los asistentes se encuentran los generadores de ozono, el tratamiento más importante e innovador de la potabilizadora, que destaca porque la corta vida media del ozono hace que no sea posible su almacenamiento y transporte, sino que es necesario generarlo in situ. En esta planta, se genera a partir del oxígeno líquido mediante una descarga eléctrica de alto voltaje (entre 10.000 y 20.000 voltios). Además, el alto poder oxidante del ozono, es decir, su gran capacidad para reaccionar, hace que los tiempos necesarios de contacto con el agua sean muy cortos, y que desaparezca rápidamente no dejando, por tanto, ningún residuo. Este alto poder oxidante es el que permite utilizar al ozono para eliminar la materia orgánica presente en el agua, controlar las algas, eliminar el color, olor y sabor, y desinfectar el agua.