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Canal de Isabel II está construyendo una planta de experimentación pionera en Europa para poder contrastar la eficacia de las técnicas de drenaje urbano sostenible. Estos sistemas tienen por objeto la retención de las primeras aguas de lluvia y conseguir reducir el volumen de agua que se transporta por las redes de alcantarillado y también el filtrado de estas aguas pluviales, que contienen mayor carga contaminante.
Este banco de pruebas se encuentra localizado en el término municipal de Meco y sus obras han sido visitadas por el presidente de Canal de Isabel II, Pedro Rollán, su vicepresidente ejecutivo, Rafael Prieto, y el alcalde de la localidad, Pedro Luis Sanz. La empresa pública ha destinado a este proyecto 562.017,10 euros. Las obras se iniciaron en octubre de 2018 y está previsto que concluyan a finales de próximo mes de abril. La parcela donde se desarrollan, dentro de la estación depuradora de aguas residuales de Meco, ocupa una superficie de 3.000 m2.
Para este proyecto se están construyendo cuatro espacios para diferentes cubiertas vegetales, tres firmes porosos y dos zanjas drenantes, todas ellas con instalaciones para la medición de los caudales drenados tanto en calidad como en cantidad. En Meco, con unas condiciones climatológicas similares a las que existen en la mayoría de los municipios de Comunidad de Madrid, se probará y ensayará la capacidad de drenaje de distintos materiales que podrían emplearse en los desarrollos urbanos. Además, la planta podrá simular artificialmente otras condiciones climáticas distintas para poder analizar el comportamiento de estas técnicas en diferentes escenarios climáticos.
Soluciones naturales y sostenibles
El crecimiento urbano ha contribuido a impermeabilizar el terreno, que, por sí mismo y de manera natural, tiene una amplia capacidad de depuración de las aguas de lluvia, ya que funciona como filtro. Así pues, cuando llueve en las ciudades, el agua que llega a la red de alcantarillado no solo está contaminada por la polución atmosférica y de las calles, sino que además el caudal de esta escorrentía se incrementa notablemente, lo que podría llegar a causar problemas en el medio ambiente.
"Este proyecto -señala Rollán- tiene como objetivo estudiar cómo pueden contribuir las superficies urbanas a facilitar el drenaje urbano, absorbiendo la contaminación o reteniendo el agua de lluvia en lugar de llevarla directamente a la red de alcantarillado". Así, estas técnicas de drenaje urbano sostenible permiten retener, almacenar y pretratar el agua de lluvia en origen, de forma que llegue posteriormente a la red de drenaje en menor cantidad y menos contaminada. El vicepresidente regional ha destacado que "los resultados de esta experimentación permitirán sentar las bases para que los materiales que se usen en renovación y nuevos desarrollos de las ciudades puedan utilizar estas técnicas mucho más sostenibles, eficaces y menos contaminantes. Según las estimaciones de Canal, gracias a estas técnicas se podría reducir hasta un 80% de la contaminación que arrastra el agua en tiempo de lluvia".
Actualmente, para prevenir los daños que pudiera causar un grand caudal de agua de lluvia en los cauces receptores, la solución pasa por construir infraestructuras para retener aguas pluviales, como tanques de tormenta (Canal opera 65 en la Comunidad de Madrid), o por aumentar la capacidad de la red de colectores y de depuradoras.
Compromiso con la innovación y la sostenibiidad
Dentro de su Plan Estratégico 2018-2030, Canal de Isabel II se ha marcado como objetivo liderar la innovación y el desarrollo en el sector del agua, algo que ha caracterizado a la empresa desde su nacimiento hace ya más de 165 años. Así, la línea estratégica 9 de este plan tiene como objetivo innovar en las actuaciones que realiza para ser referencia en el sector y desarrollar las tecnologías y servicios que demanden los clientes en el futuro. Para ello, la empresa destinará en 2022 hasta un 2% de su cifra de negocio a la innovación, y llevará a cabo 100 proyectos innovadores o de investigación de resultado viable y eficiente antes de ese año.
Canal de Isabel II nació en 1851 para abastecer de agua a la ciudad de Madrid. Hoy, sus más de 2.500 empleados trabajan para prestar servicio a más de 6 millones de personas en toda la región. Es una empresa innovadora, líder en su sector y reconocida internacionalmente por su gestión del ciclo integral del agua. Opera 13 embalses; 78 captaciones de agua subterránea; 14 plantas de tratamiento de agua potable; 17.556 kilómetros de red de aducción y distribución; 131 estaciones de bombeo de agua potable; 14.956 kilómetros de redes de alcantarillado; 65 tanques de tormenta; 157 estaciones depuradoras; y 588 kilómetros de red de agua regenerada.