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Los efectos negativos de la variación global del clima en la Tierra que se plantean a largo plazo ponen el foco sobre las acciones presentes que pueden determinar esos efectos futuros. A pesar de la incertidumbre que se plantea cuando median varias décadas entre el presente y el escenario planteado, la sociedad es cada vez más consciente de la importancia de prever los escenarios de clima futuros. En esa línea, Aquaclew (Advancing QUAlity of CLimate services for European Water) busca técnicas innovadoras e integradoras para avanzar en la calidad y usabilidad de los escenarios climáticos por parte de los sectores relacionados. A partir de los datos meteorológicos del programa europeo Copérnico se busca qué tipo de información de calidad interesa a los usuarios, para que esos escenarios de clima futuro sean útiles.
La diferencia entre escenario y pronóstico reside en la cantidad de tiempo e incertidumbre que implica. Mientras que los pronósticos anuncian, a partir de unos datos disponibles, qué es lo que se espera en un futuro más o menos cercano, los escenarios plantean cuáles serían las consecuencias si se da una u otra situación. A mayor lejanía en el tiempo y mayor incertidumbre, menor es la confianza entre la ciudadanía de estos escenarios.
Por eso, el grupo de investigación liderado por la catedrática del Área de Ingeniería Hidráulica de la Universidad de Córdoba (UCO), María José Polo, trabaja con usuarios interesados de los sectores del agua y la energía para conocer qué tipo de información necesitan que se incluya en ese tipo de escenarios.
En la UCO se gestionan dos casos piloto: uno de operación de embalses y otro de generación de energía hidroeléctrica. Además, se lleva a cabo la tarea de integrar a los usuarios en el diseño de este tipo de escenarios climáticos con la intención de desarrollar un producto que luego les sea útil y fácil de usar, pero también con el propósito de mejorar la confianza en los servicios climáticos actuales y, a pesar de la incertidumbre, poner de manifiesto su sentido práctico.
A partir de los escenarios generados por las agencias de datos se pueden derivar variables como caudal anual en río, número medio de días con lluvia al año o estrés hídrico de la vegetación entre otros. Los modelos desarrollados por Aquaclew escalan los datos generales a nivel de indicadores específicos que permiten a los usuarios tomar decisiones con mayor seguridad.
Los escenarios climáticos se derivan de la emisión de C02 y plantean cuáles serían las consecuencias entre un nivel de emisión bajo, moderado y alto. Si en todos los escenarios la situación es negativa, los usuarios se pueden plantear si a largo plazo conviene seguir invirtiendo en ese modelo energético o de gestión del agua. Esto plantea un impacto de toma de decisiones a otro nivel, más dirigido a aquellas personas o departamentos dedicados a estrategia o inversiones que, con estos datos, podrán planear el camino a seguir a largo plazo.
La relación con los usuarios se clasifica según niveles de experiencia y se trabaja a partir de un cuestionario online dirigido en el que a través de reuniones virtuales se van conociendo qué tipo de información sería interesante añadir al escenario climático y cómo esas empresas y administraciones públicas adquirirían ese servicio.
Los sectores elegidos para trabajar son el sector científico (qué líneas de investigación se beneficiarían de tener estos servicios), sector de la administración pública, sector empresarial y estudiantes relacionados con la gestión del agua. El desarrollo de estos escenarios climáticos desde el punto de vista de la interacción con el usuario mejoran la usabilidad y el valor de mercado y, además, amplia el conocimiento de la ciudadanía en general que comprendería mejor las decisiones de los gobiernos y tendrá las herramientas para reclamar una mejor gestión de los recursos hídricos y energéticos.