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Una planta de tratamiento de aguas en Alemania ha sustituido tres bombas de diafragma por una bomba peristáltica de la serie Qdos de Watson-Marlow Fluid Technology Group (WMFTG). La bomba Qdos 30 lleva bombeando cloruro férrico III de coagulación del fósforo durante más de un año y no solo ha reducido los costes de equipamiento, sino que ha introducido una reducción importante de los costes de mantenimiento y reparación.
En la zona de Riepe (Baja Sajonia, Alemania), la entidad de aguas regional suministra agua potable limpia a la comunidad y, además, depura las aguas residuales de más de 500.000 personas en 46 plantas de tratamiento. "Además de las aguas residuales domésticas, tenemos una cantidad relativamente grande de aguas residuales de zonas industriales", explica el director de Planta, Klaus Jansenn, quien añade que "por este motivo los niveles de fósforo en el agua de entrada son relativamente altos, aproximadamente unos 15 mg/L de media. Aunque nuestro límite permitido de fósforo en el punto de entrada es de 2 mg/L nos esforzamos en no superar el límite objetivo de 0,5 mg/L".
Para alcanzar esta reducción la planta de aguas residuales utiliza la coagulación química, que convierte la solución de fosfato del agua en compuestos de fosfato solubles que se pueden aislar posteriormente. En Riepe una bomba de diafragma suministraba el coagulante desde contenedores de almacenamiento subterráneo al tanque de aguas negras, y la dosis real la gestionaban dos bombas adicionales de diafragma, una en uso permanente y otra en modo de espera por si acaso se producía una avería. De hecho, las averías fueron cada vez más comunes, ya que los diafragmas se corroían con frecuencia debido a los coagulantes químicos y debían ser sustituidos. "Las bombas de diafragma también producen un intenso flujo pulsante que, tras un tiempo, causaban desgaste en los accesorios y válvulas", comenta Janssen. "Los trabajos de mantenimiento empezaron a acumular horas al mes y, es más, tuvimos que tener en el almacén un equipo completo de piezas de repuesto incluidos diafragmas y válvulas"", añade.
Otro problema de las bombas de diafragma era la aspiración. Entraba aire que atascaba las válvulas, impidiendo que las bombas de diafragma pudieran cebarse y bombear. El resultado fue que los límites de fósforo descargado en la planta aumentaron y, en el peor de los casos, hubo que informar a las autoridades competentes. Para evitarlo, aumentó la frecuencia de las operaciones de emergencia durante la noche o el fin de semana. El problema se producía con más frecuencia cuando se reponían las existencias de coagulante. Para esto, las tuberías de dosificación de químico tenían que llenarse manualmente con agua para que las bombas de diafragma funcionaran.
Solución
La solución vino de la mano de Watson-Marlow con su bomba Qdos 30. La nueva bomba peristáltica Qdos 30 de esta planta dosifica 150 mL/min, aunque ofrece un flujo máximo de 500 mL/min, más que suficiente para las ocasiones en las que hay niveles más elevados de fosfato en el agua. La bomba independiente Qdos es capaz de aspirar el cloruro férrico III directamente del tanque de almacenamiento, lo cual significa que ya no es necesario tener una bomba de retención, la bomba de respaldo y el tanque de aguas negras, además de todos los interruptores de flotador y electrónica asociada.
"La precisión de las bombas de diafragma disminuía con el paso del tiempo debido a la corrosión y desgaste de los diafragmas, mientras que la bomba Qdos es extremadamente precisa, así que hemos sido capaces de reducir la frecuencia de recalibración", apunta Janssen. En total, se calcula que la bomba Qdos ha generado un ahorro de tiempo impresionante de entre dos y cinco horas al mes. "Al librarnos de esta carga de trabajo y además obtener un ahorro en piezas de repuesto, la inversión se ha rentabilizado rápidamente", finaliza Janssen.