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La implantación de un modelo de economía circular se ha convertido en un paso esencial en la estrategia de Suez en España para poder combatir de forma efectiva el cambio climático y conseguir instalaciones que sean autosuficientes desde un punto de vista energético y que permitan conseguir el objetivo residuos cero. Tal y como ha explicado en la Cumbre del Clima de Madrid 2019 (COP25), el Grupo está implantando la experiencia positiva de Chile desde un punto de vista medioambiental y energético a las depuradoras de nuestro país, como por ejemplo en Granada (biofactorías de Sur y Vados) y en Barcelona (EDAR el Prat del Llobregat).
En Santiago de Chile, donde la compañía tiene la operadora Aguas Andinas, la biofactoría del Gran Santiago, compuesta por La Farfana, Mapocho-Trebal y el Rutal, son instalaciones que consiguen este reto. Narcís Berberana, actual director general de Agbar en Cataluña y Baleares y anterior CEO de Aguas Andinas, ha explicado en una conferencia en la COP25 que estas infraestructuras de depuración consiguen "producir cada día 600 millones de litros de agua depurada en electricidad para una ciudad de 110.000 habitantes, gas natural para 33.000 hogares y agua de riego industrias para 150.000 hectáreas, así como abono orgánico para 5.000 hectáreas regenerando ecosistemas de biodiversidad y mejorando el entorno social". Este proyecto fue premiado a finales del 2018 por Naciones Unidas.
Esta solución ha llegado también a nuestro país de la mano de Suez. En Granada operan actualmente las biofactorías de Sur y Vados, capaces de reutilizar el agua para usos agrícolas en una zona de elevado estrés hídrico, dar valor a los residuos y lodos y, además, producir suficiente biogás como para autoabastecerse energéticamente y producir un excedente para alimentar una flota de vehículos. En Barcelona, concretamente en la EDAR de El Prat de Llobregat, también quiere aplicarse este modelo y convertir la depuradora en una biofactoría 100% autosuficiente energéticamente, con un balance de emisiones cero de CO2.
Este revolucionario modelo se basa en dar una segunda vida al agua, en reutilizarla para destinarla a otros usos, ya sean agrícolas, industriales o urbanos. En el proceso, las biofactorías son capaces de generar energías renovables, como biocombustible y energía térmica, por lo que también contribuyen a reducir la huella de carbono. Además, son capaces de dar valor a los residuos.
Se calcula que, para el año 2050, habrá 10.000 millones de personas más en el planeta, y que la demanda de agua aumentará en un 30%. En este contexto, la transformación de las depuradoras de agua en biofactorías se ha convertido en uno de los principales estándares de Suez para continuar avanzando hacia un modelo de economía circular. El desarrollo de biofactorías renovables y sostenibles forma parte del tercer pilar de acción para el clima de Suez España, que se compromete a desarrollar estrategias, iniciativas y soluciones destinadas a implantar un modelo de economía circular.