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Aema está realizando una nueva ampliación de la estación de tratamiento de aguas residuales de Depurados Azud, Navarra, en la que ya trabajó hace 12 años. Se trata de una depuradora industrial mancomunada que permitirá tratar y depurar un caudal diario de 6.000 m3.
Hace más de una década Aema reconvertió y amplió estas depuradora industrial con tecnología SBR a otra más novedosa y de mayor garantía con reactores biológicos de membranas (MBR). Ahora, con el nuevo proyecto, la depuradora verá incrementada su capacidad de tratamiento hasta los 6.000 m3 de agua tratada, y un horizonte de 7.500 m3/día de vertido, con posible aprovechamiento del agua depurada para reuso o riego agrícola.
Para ello se utiliza la tecnología MBR, que es una de las más avanzadas y de mayor rendimiento y garantía en la depuración de aguas. Algunas de las ventajas de esta tecnología son su fácil implantación, operación y mantenimiento, y sobre todo la posibilidad de reutilización por su efluente de alta calidad. La experiencia de Aema, tras 15 años trabajando instalaciones de este tipo, y su amplio portfolio de referencias en distintas aplicaciones y sectores (bodegas, lácteo, cárnico, conservero, congelados o zumos, entre otros), hacen que la compañía sea un referente nacional en la aplicación de la tecnología MBR.
Depuradora mancomunada
En esta gran depuradora vierten actualmente sus aguas industriales varias empresas dedicadas a la elaboración de vegetales, conservas, salsas, tortillas y ultracongelados, como son: Alinter (Grupo IAN), Elaborados Naturales de la Ribera del Ebro, Ultracongelados Virto e Inlemaz (Grupo Cidacos).
En Aema, la idea de poner en marcha depuradoras mancomunadas para el sector industrial surgió por la necesidad del cumplimiento de las empresas en su tratamiento de vertidos y como consecuencia de una política de sostenibilidad medioambiental. Tratar conjuntamente diferentes vertidos puede resultar positivo y ventajoso, siempre y cuando se produzcan sinergias y cercanías entre ellos.
Este sistema es una opción muy rentable económica y medioambientalmente ya que, por un lado, se reduce el espacio con una única depuradora, siendo mucho menor que la suma del tratamiento individual de cada una, y por el otro, se consigue un caudal y carga orgánica vertida a la depuradora más constante durante el año, al laminar y juntar los vertidos de todas estas factorías. En consecuencia, se reducen costes de gestión, de mantenimiento y de automatización y equipos.