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La Asociación Española de Empresas Gestoras de los Servicios de Agua Urbana (AGA), encargada de la representación sectorial y defensa empresarial, así como de la formación y de los temas laborales y legales en dicho ámbito,participó a finales de octubre en un evento organizado por la Escuela Internacional de Servicios Públicos con el título de ´El impacto del teletrabajo en la negociación colectiva de las empresas de servicios públicos´. Su objetivo no era otro que analizar entre empresas del sector del agua (públicas, mixtas y privadas), plantillas y sindicatos la búsqueda de un camino común hacia la negociación colectiva del trabajo a distancia.
Como representante empresarial, AGA juega un papel principal en la negociación colectiva junto con los sindicatos, que estuvieron representados en el evento a través de CCOO y UGT. Como ejemplo de empresa, participó la Empresa Municipal de Servicios de Medio Ambiente Urbano de Gijón (Emulsa).
Enrique Hernández, como representante y director general de AGA, aprovechó para agradecer al conjunto de personas que forman las plantillas de las empresas del sector del agua urbana su enorme trabajo durante la pandemia, pocas veces reconocido cuando se mencionaban a los servicios públicos, siendo este absolutamente esencial. Agradecimiento al que se unieron el resto de entidades representadas. El evento sirvió para poner de manifiesto algunos datos, muy relevantes, respecto al funcionamiento de las empresas del ciclo urbano del agua durante la pandemia:
El trabajo en servicios públicos urbanos tiene una diferenciación clara entre puestos de trabajo en oficinas, en campo y a pie de calle. En estos últimos casos, se han establecido turnos para salvaguardar la salud de las personas y tener plantilla de recambio en caso de incidencias. Algunas ideas tratadas por los ponentes en la reunión fueron:
Patronal y sindicatos coincidieron en que, en un sector como el del agua urbana, elementos como el telemando y la digitalización van a tener un papel cada vez más relevante. Pero que, por la propia naturaleza del sector, este exige mucha presencialidad, sobre todo en campo. Por tanto, en el futuro, se tendrá que lidiar con dicha diferenciación, para regular el teletrabajo.
Los sindicatos apuntaron que la negociación colectiva del teletrabajo en sí tiene mucho recorrido por delante, sobre todo con la publicación hace unas semanas del correspondiente Real Decreto, ya que, actualmente, el teletrabajo ha sido prácticamente impuesto por la emergencia sanitaria. Cuando la situación se normalice, será el momento de negociar en los convenios el teletrabajo a largo plazo. El encuentro sirvió para recordar la ´voluntariedad´ del teletrabajo, tanto por parte de la empresa como del trabajador. Coinciden en que ha habido tantas situaciones como personas trabajan en una empresa y que, en algunas ocasiones, el teletrabajo no ha sido sencillo.
Algunas de las desventajas posibles son: perdida de conexión con los compañeros (y de información) y sobre todo de no poder desconectar (horarios) y dificultad de separar familia trabajo, dificultad para separar espacio privado y de oficina en casa (videoconferencias). También se complica el efectivo control horario de los tiempos de trabajo (fichaje). También se destaca el riesgo psicosocial a consecuencia de la hiperconexión. Con todo, es importante señalar dos diferencias importantes:
Los sindicatos señalan que es importante hacer una valoración puesto a puesto y ofrecer al trabajador lo que necesite para su labor y desempeño diario como, por ejemplo, el equipo informático adecuado. También señalan otros aspectos importantes como que no solo hay que respetar el horario de teletrabajo, sino establecer unas indicaciones claras de disponibilidad horaria, evitando así la hiperconexión. Las empresas que no aprovechen esto para hacer una apuesta decidida por la transformación digital se van a quedar atrás.
Lo que es evidente y compartieron todas las entidades representadas es que, en la próxima negociación colectiva de cada convenio, la regulación del trabajo a distancia tendrá un peso relevante. Además, habrá que regular ciertos beneficios sociales como son ayudas a comedor y al transporte, la condiciones para considerar un accidente como doméstico o laboral, el lugar desde el que se puede trabajar, el tratamiento de datos confidenciales y muchos otros aspectos. El teletrabajo es una oportunidad y hay que aprovechar para cambiar la metodología de trabajo. Es un camino que se va recorrer de la mano de empresas, trabajadores y sindicatos.