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El fuerte temporal de frío de estos días ha dejado nevadas en muchos puntos de la Península que la mayoría de ciudadanos no recuerdan. A esto se suma la fuerte bajada de temperaturas que hacen que la nieve se convierta en hielo, complicándolo todo mucho más. En otros puntos, las precipitaciones se han dado en forma de fuertes tormentas, con desbordamiento de cauces y
afección a núcleos poblacionales. Todos estos fenómenos atmosféricos extremos hacen que se complique sobremanera la prestación con normalidad de cualquier tipo de servicio urbano. Sin embargo, el conjunto de las plantillas de estos sectores, dan siempre lo mejor de sí para poder seguir cumpliendo con su trabajo, tal y como cuenta la Asociación Española de Empresas Gestoras de los Servicios de Agua Urbana (AGA).
Desde el estallido de la pandemia del coronavirus en España en marzo del año pasado, las empresas del agua urbana han continuado llevando agua a pueblos y ciudades, poniendo todos los medios a su alcance, protegiendo la salud de los trabajadores y estando en contacto con las administraciones para todo aquello que fuera necesario.
No iban a ser menos ante este temporal de lluvia, nieve y frío intenso que, si bien ha sido excepcional en algunas zonas (con el más claro ejemplo en la ciudad de Madrid), no es para nada infrecuente en otras regiones españolas. Y también ahí, siempre está el agua.
En la televisión y medios de comunicación generalistas es costumbre ver imágenes de otros sectores profesionales afectados, sobre todo en estos últimos meses los pertenecientes al sector sanitario. En cuanto a infraestructuras y servicios suelen ser más familiares las imágenes del mantenimiento de carreteras (sobre todo en invierno) y ferrocarriles (espectacular ver cómo se despeja la nieve de las vías con una locomotora), el servicio de recogida de basuras y un largo etcétera.
Pero, en el imaginario colectivo, es menos habitual tener en mente el servicio de agua urbana. Una primera razón es porque, de alguna manera, este servicio se presta desde la distancia. Las principales instalaciones, como presas, potabilizadoras, depuradoras, etc., están por lo general alejadas de los núcleos urbanos, o de forma invisible, puesto que las tuberías están enterradas. Y también, principalmente, porque es excepcional el número de veces que falla el suministro domiciliario y la recogida de aguas fecales.
En estos días se habla de muchas familias profesionales que están doblando turnos para poder mantener el servicio correspondiente (en hospitales, en trenes, en mercados, etc.), lo cual es totalmente de agradecer, e incluso de voluntarios anónimos que son sus 4x4 han realizado rescates y desplazamientos urgentes. Peor es justo poner en valor también, el gran esfuerzo que, una vez más, se está haciendo desde el sector del agua urbana, gracias al cual, se sigue disfrutando de agua potable en las viviendas con solo abrir el grifo, así como del servicio de saneamiento y depuración para devolver dicho agua, en perfecto estado a los cauces.
Para AGA, "es justo reconocer el trabajo diario de todas las personas que trabajan en un sector que sigue prestando un servicio público esencial, haga frío o calor, llueva o nieve". La asociación también avisa que, en estas fechas, es muy importante seguir los consejos de las empresas gestoras de aguas para proteger las instalaciones frente al frío. Y recuerda que las posibles incidencias que puedan existir se están solucionando a la mayor velocidad posible. En los siguientes enlaces se pueden ver algunas indicaciones dadas por distintas entidades del sector del agua, muy fáciles de llevar a cabo: