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Investigadores del Grupo de Ingeniería de Recursos Hídricos del Instituto Universitario de Investigación de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la Universitat Politècnica de València (IIAMA-UPV) están desarrollando el Plan de Adaptación al Cambio Climático en la Demarcación Hidrográfica del Júcar. La restauración fluvial y la creación de refugios térmicos es un elemento clave para reducir la vulnerabilidad de los ecosistemas fluviales al aumento de temperatura producido por el calentamiento global.
"Las investigaciones determinan que en el área Mediterránea y en concreto en la cuenca del Júcar, el impacto del cambio climático se traducirá en un aumento de la temperatura que afectará significativamente a los hábitats fluviales existentes en la actualidad, mientras que la precipitación, la escorrentía superficial y la recarga de acuíferos descenderán provocando una situación de mayor estrés hídrico". Este es uno los primeros resultados obtenidos en el proyecto ´Medidas para la adaptación de la gestión del agua y la planificación hidrológica al cambio climático. Aplicación en la Demarcación Hidrográfica del Júcar´, realizado por los investigadores del IIAMA-UPV, Clara Estrela Segrelles, María Carmen Vicente Torres y Miguel Ángel Pérez Martín, y que cuenta con la colaboración de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), a través de la Oficina de Planificación Hidrológica, y la Subdirección General de Planificación y Uso Sostenible del Agua del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco).
La investigación, realizada con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Miteco, busca servir de experiencia para los futuros planes de adaptación al cambio climático del resto de demarcaciones hidrográficas de España. El proyecto parte de la realidad de que el inequívoco calentamiento del sistema climático afectará significativamente a los ecosistemas fluviales en la región mediterránea y en toda España. "Los resultados de nuestra investigación muestran que el aumento de temperatura hará que las especies de aguas frías, como la trucha común, reduzcan significativamente su hábitat actual, también afectará al contenido de oxígeno del agua y a los macroinvertebrados, por lo es necesaria una mejora en la vegetación de ribera para que se generen zonas de sombreado a los ecosistemas y la creación de refugios térmicos a lo largo de las masas de agua", indica Miguel Ángel Pérez Martín.
Plan de adaptación al cambio climático
Por este motivo, los investigadores del IIAMA-UPV están diseñando el ´Plan de Adaptación al Cambio Climático en la Demarcación Hidrográfica del Júcar´, con el objetivo de reducir "la vulnerabilidad del sistema hídrico mediante la propuesta de medidas concretas de adaptación". "La elaboración del Plan se articula en cuatro fases: caracterización climática e hidrológica e identificación de impactos, evaluación del riesgo, establecimiento de medidas de reducción del riesgo y elaboración del programa de acción para la adaptación al cambio climático", explica Pérez Martín.
Concretamente se está estudiando el riesgo asociado a los impactos del cambio climático en los sistemas acuáticos y terrestres, mediante la evaluación del riesgo se obtienen las zonas de la demarcación con riesgo muy alto. "Será en esas zonas, dónde prioritariamente se deben aplicar las medidas de adaptación al cambio climático que reduzcan la vulnerabilidad de los ecosistemas", indica la investigadora Clara Estrela. Asimismo, también se analizarán las consecuencias que tendrá el cambio global en las actividades socioeconómicas relacionadas con el agua que tienen lugar en la demarcación hidrográfica. "En la realización del Plan estamos incorporando las directrices propuestas en el Proyecto de la Ley de cambio climático y Transición Energética, donde se recoge que se debe de considerar el cambio climático en la planificación y gestión del agua", explica la investigadora del IIAMA.
Impactos del cambio climático identificados
"El Plan identifica los principales impactos que se dividen en dos categorías: los que afectan al estado de las masas de agua y los que inciden en las actividades socioeconómicas", determina Clara Estrela Segrelles. En este sentido, la investigadora del IIAMA señala que se han detectado 15 grandes impactos que pueden afectar al estado de las masas de agua superficiales y que tienen incidencia en la fauna acuática y ribereña, en la flora y en las características químicas de las masas de agua.
"Los impactos previstos del cambio climático en las especies piscícolas de aguas frías y en los macroinvertebrados son significativos y se van intensificando conforme avanza el siglo XXI. Para la Trucha común se esperan reducciones de su área óptima de habitabilidad, relacionada con la temperatura del agua, de hasta un 90% en 2100 y en relación con las especies de macroinvertebrados, se espera un cambio en prácticamente la totalidad de las familias debido al aumento de temperatura", afirman los integrantes del grupo de Ingeniería de Recursos Hídricos.
De hecho, además de la afección a los indicadores biológicos, la reducción de los recursos hídricos "conlleva un aumento en la concentración de contaminantes y nutrientes como el nitrógeno y el fósforo que serán arrastrados por los cursos fluviales, acumulados en zonas lacustres o humedales e introducidos en masas de agua subterránea, incrementando la contaminación de las masas de agua y el riesgo de eutrofización", sostiene Clara Estrela.
Por su parte y en relación al estado de las masas de agua subterráneas, la disminución de la disponibilidad de recursos hídricos implica una reducción en la recarga de los acuíferos, que afectará al balance hídrico y a la penetración de la cuña salina, "pudiendo agravarse la situación de los acuíferos costeros ya sobreexplotados en la actualidad".
Las actividades socioeconómicas también se verán afectadas debido al descenso de recursos hídricos, al cambio en la intensidad y frecuencia de los eventos extremos y al aumento de temperatura. A causa de la reducción del recurso disponible y del aumento de la demanda de agua debido a los cambios en la climatología, se podrán incrementar las necesidades de riego y también en la demarcación hidrográfica las situaciones de estrés hídrico.
"El descenso de la escorrentía también será clave en los usos hidroeléctricos, ya que está estrechamente relacionado con la generación de energía hidroeléctrica. Adicionalmente a la afección cuantitativa de los recursos hídricos, se considera relevante el posible empeoramiento de la calidad de las masas de agua, pudiendo afectar a todos los usos si desciende la calidad en el agua de toma y, en especial, a los usos recreativos, como las zonas de baño", concluye destacando Clara Estrela.