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El Plan de Acción para el 2021-2023 dentro de la Estrategia de Española de Economía Circular establece como eje de actuación la reutilización y depuración de las aguas. En este contexto, unas 300 entidades acreditadas por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) aportan garantías para alcanzar los objetivos de reutilización del agua de esa estrategia nacional, apoyando así a la consecución de una economía más circular.
El Día Mundial del Agua, que se celebra cada año el 22 de marzo, pone de manifiesto la necesidad de encontrar las mejores soluciones que aseguren la conservación, protección y control del agua. Una preocupación recogida en el plan de acción para el 2021-2023 dentro de la estrategia española de economía circular, que propone una serie de actuaciones encaminadas a fomentar la reutilización del agua y mejorar la eficiencia en su uso en un 10%, entre otros aspectos.
En este sentido, cerca de 300 entidades acreditadas por ENAC desempeñan un papel clave para garantizar que tanto el control de los vertidos de aguas residuales como de las aguas regeneradas orientadas a su reutilización son realizados por empresas con la capacidad técnica necesaria. Y es que estas entidades han demostrado a ENAC, un organismo independiente, de utilidad pública y designado por el Gobierno, que cuentan con un personal con los conocimientos técnicos y la experiencia adecuados y que disponen del equipamiento y de las infraestructuras necesarios y apropiados para proporcionar un servicio competente, mediante un proceso de evaluación riguroso, transparente y con plena aceptación internacional: el proceso de acreditación.
En concreto, en nuestro país existen 54 entidades de inspección acreditadas para el control de vertidos y de la calidad del medio receptor, que garantizan el control de las aguas residuales y su posible posterior reutilización. Además, 242 laboratorios públicos y privados están acreditados por ENAC, aportando la máxima confianza sobre el control analítico y de la calidad del agua para cualquier uso, utilizando todas las técnicas necesarias, desde las más tradicionales como análisis fisicoquímicos y microbiológicos, hasta las más novedosas, como los ensayos para determinar el estado ecológico de las aguas, radioactividad o ecotoxicidad.
Entre las acreditaciones más novedosas, cabe destacar las relativas a la toma de muestras y análisis para la detección y cuantificación de SARS-CoV-2 mediante técnicas PCR a tiempo real en aguas residuales, que es uno de los métodos que se está empleando desde el comienzo de la pandemia como parte del sistema de vigilancia de detección temprana e indicador epidemiológico de circulación del virus en la población. Esta detección se realiza, principalmente, en muestras de alcantarillado y de estaciones depuradoras, y permite conocer la evolución de la concentración del virus a lo largo del tiempo, de manera que se pueda anticipar la cadena de contagios y sus consecuencias.