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Las investigadoras de la Universidadad Politécnica de Valencia (UPV) Irene Hortelano, Yolanda Moreno, Laura Moreno y María Antonia Ferrúshan publicado en la revista científica Enviromental Pollution un trabajo que analiza la presencia de helicobacter en aguas reutilizadas para riego agrícola. Por primera vez, se ha conseguido con éxito aislar o detectar formas activas de H. pylori a partir del agua, si bien ha sido en un limitado número de muestras.
"Las técnicas de detección utilizadas en este estudio alertan de la presencia de helicobacter en las aguas reutilizadas para riego agrícola, incluso después de diferentes tratamientos de desinfección, por lo que es necesario mejorar dichos tratamientos para poder tener las máximas garantías sanitarias posibles". Esta es la principal conclusión del artículo Deep-amplicon sequencing (DAS) analysis to determine the presence of pathogenic Helicobacter species in wastewater reused for irrigation, realizado por las investigadoras Irene Hortelano, Yolanda Moreno, Laura Moreno, del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente (IIAMA), y María Antonia Ferrús, del Departamento de Biotecnología de la UPV.
El estudio parte de la realidad de que la reutilización de las aguas residuales se ha convertido en una de las alternativas más importantes y menos costosas para el sector agrícola, así como una opción a la sobreexplotación de los recursos hídricos. Sin embargo, un tratamiento inadecuado previamente a su reutilización puede tener un impacto negativo en el medio ambiente, fomentado la presencia de microorganismos patógenos. "La reutilización es una gran oportunidad para adaptarnos a los cambios futuros y debe afrontarse con las máximas garantías posibles, ya que existe riesgo para la seguridad ambiental y consecuentemente para la salud humana", señala Irene Hortelano.
Por ello, esta investigación evalúa el papel que el agua de riego podría tener en la transmisión de patógenos emergentes, concretamente de helicobacter. "Helicobacter pylori es una de las bacterias más dañinas para el ser humano, ya que está directamente relacionada con enfermedad gástrica y cáncer gástrico por lo que es crucial determinar el papel del agua en su transmisión, mediante el desarrollo de métodos efectivos que permitan su detección y de este modo prevenir cualquier tipo de contagio", manifiesta la investigadora del IIAMA, Yolanda Moreno.
Para desarrollar el estudio se recogieron un total de 16 muestras -la mitad de ellas después del tratamiento biológico secundario y la otra mitad posterior a la desinfección con cloro y tratamiento ultravioleta (UV)-, de una EDAR ubicada en la provincia de Valencia y que trata aguas residuales de alrededor de más de 150.000 habitantes. Concretamente las muestras han sido evaluadas mediante metagenómica (secuenciación masiva de amplicones o DAS), el método de cultivo tradicional, la técnica de PCR convencional -para la detección de genes específicos de la bacteria helicobacter-, PCR Cuantitativa en tiempo real y por último, con la técnica DVC-FISH.
"Mediante técnicas de cultivo tradicional solo una de las muestras fue positiva, mientras que la técnica DVC-FISH permitió detectar H. pylori viable en siete de las ocho muestras de aguas residuales de los efluentes terciarios. Por su parte, el análisis con la PCR cuantitativa determinó solo tres resultados positivos, mientras que cuando se analizó el microbioma bacteriano de las aguas residuales mediante metagenómica, Helicobacter se detectó en 7 muestras", explica Irene Hortelano. Precisamente, mediante esta última técnica empleada en el presente estudio, se identificó por primera vez "la presencia de especies potencialmente patógenas pertenecientes al género helicobacter como H. pylori, H. hepaticus, H. pullorum y H. suis en muestras de aguas residuales, incluso después de tratamiento de desinfección, demostrando su posible transmisión a través del agua".
“Queríamos saber si el agua es un vehículo de transmisión de esta bacteria que ha sido detectado en diferentes sistemas hídricos en todo el mundo, pero pocos estudios han conseguido con éxito aislar o detectar formas activas de H. pylori a partir del agua", afirman las investigadoras del IIAMA. Eso sí, las autoras resaltan que estos resultados no deben tomarse como un dogma absoluto "al tratarse de un número limitado de muestras" que deberían ser confirmados "con estudios que incluyeran un mayor número de muestras".