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Nilsa ha culmina su colaboración en un proyecto europeo pionero en la detección de antibióticos en los ríos. Se trata del proyecto Poctefa Outbiotics, que busca la limpieza del agua residual de contaminates emergentes a través de procesos de oxidación. Para ello se ha experimentado con una planta piloto en la depuradora de Tudela.
Los contaminantes emergentes son sustancias que se encuentran en los cauces fluviales y que han cobrado protagonismo durante la última década, ya que anteriormente no se identificaban. Comprenden un rango muy amplio de productos, como pesticidas, medicamentos, café, hormonas o drogas, entre los que los antibióticos resultan relevantes por su peligrosidad para el medio natural. Además, el incremento del número y tipos de resistencias a antibióticos constituye uno de los mayores retos de salud pública en todo el mundo.
En la actualidad, no se ha limitado por ley ningún parámetro referido a los contaminantes emergentes porque es un tema que ha tenido escaso estudio científico. El proyecto transfronterizo entre España y Francia Poctefa Outbiotics ha sido, por tanto, pionero en la Unión Europea. La lectura de la primera tesis doctoral sobre cómo eliminar estos antibióticos a través de procesos de oxidación, realizada en la Universidad de Zaragoza por parte del ingeniero Samuel Moles y codirigida por Jairo Gómez, responsable de I+D+i de Nilsa, supone el colofón de un proyecto vanguardista en la Unión Europea. Moles ha trabajado tres años en la planta piloto creada específicamente para el proyecto y ubicada en la depuradora de Tudela, bajo la supervisión de Jairo Gómez. Su trabajo en la instalación, recogido en la tesis, demuestra las ventajas de una patente registrada en 2018 por Nilsa para la limpieza del agua residual de estas sustancias a través de procesos de oxidación.
Los ríos en los que se han llevado a cabo estudios para detectar y cuantificar antibióticos, y también bacterias resistentes, son Urumea, Bidasoa, Arba, Arga, Irati, Veral, Subordan, Aragón, Gállego, Ara, Cinca, Segre, Esera, Adour, Garona y Le Salat. Si bien, la idea no es que las depuradoras traten los vertidos antes de devolverlos al río, sino que los sistemas se instalen en los focos de salida del agua contaminada (mataderos, granjas, fincas experimentales, hospitales en el caso de humanos, etc.).
Adicionalmente, Nilsa ha estudiado cómo eliminar los antibióticos en las depuradoras. Para ello ha construido una planta piloto en la planta de Tudela, en la que lleva a cabo ensayos de experimentación con agua contaminada. Para tratarla, combina fotocatálisis con dióxido de titanio y carbón activo. Los ensayos han dado una eliminación de hasta el 80% de la cantidad de antibióticos, incluyendo pruebas con agua residual proveniente de mataderos. Si bien queda trabajo experimental en el plazo de 3-5 años, Nilsa estudia implementar en un futuro esta tecnología de fotocatálisis como una etapa extra del tratamiento del agua residual en las propias depuradoras.
La división de I+D+i de Nilsa inició el estudio de los patógenos en depuradoras en 2014 con un convenio de colaboración con la Universidad de Zaragoza, que cuenta con expertos en oxidaciones avanzadas, unos procesos que permiten eliminar en el agua sustancias patógenas. Durante el estudio, se analizó la línea de agua para comparar la eliminación de microorganismos en depuradoras con diferentes tratamientos. También la línea de fangos y, por último, la aplicación de los fangos en los suelos agrícolas. Esta última variable se escogió para observar la evolución de los patógenos desde que se aplica el fango en agricultura hasta que se recoge la cosecha.
De los estudios y pruebas, surgió el desarrollo de una tecnología basada en fotocatálisis con dióxido de titanio, cuya patente registró Nilsa en 2018. La fotocatálisis es un proceso capaz de eliminar contaminantes mediante oxidación activada por la energía solar. El objetivo final consiste en dar solución a un problema cada vez más acuciante y adelantar las tecnologías de la empresa pública a las futuras restricciones de las nuevas normativas, que tendrán lugar por parte de la Unión Europea en los próximos años.
A raíz de estos antecedentes, Nilsa ha podido aportar al proyecto Outbiotics su experiencia con los procesos de dióxido de titanio, a los que el trabajo presente también ha añadido no solo el carbón activo, sino también el ferrato potásico.
Cabe subrayar que el campo de actuación del proyecto Outbiotics se ha centrado en las explotaciones ganaderas, que constituyen motor económico rural, pero, al mismo tiempo, se alzan como las mayores emisoras de antibióticos al medio ambiente, por su presencia en carnes, purines y su emisión directa a las aguas. El objetivo primordial del trabajo conjunto entre España y Francia ha sido diagnosticar el estado de las aguas para aplicar herramientas de sustitución de antibióticos en la producción animal y para eliminar la carga contaminante del agua. Iniciado en 2018, el proyecto culminará en diciembre. Ha contado con un presupuesto total de 1.955.730 euros (de los que a Nilsa han correspondido 173.000 euros) y ha sido cofinanciado al 65% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder). Nilsa gestiona fondos de cohesión desde los años noventa y en treinta años de existencia ha llevado a cabo expedientes europeos por un valor total de 36 millones de euros.