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La European Federation of National Associations of Water Services (EurEau) ha publicado el estudio Europe’s water in figures 2021, que refleja el estado del sector del agua urbana en Europa. De él se desprende que actualmente los servicios de agua urbana europeos gozan de buena salud. El agua para el consumo humano en Europa cumple los requisitos de calidad más estrictos del mundo y se somete a rigurosos controles, para lo cual los operadores de agua urbana emplean los métodos más avanzados y aplican las más modernas tecnologías. El sector español, a través del Estudio Nacional de Suministro de Agua Potable y Saneamiento (AEAS-AGA) que se realiza cada dos años, tiene una excelente capacidad de reporte y colabora en la preparación de este documento.
Según reflejan los datos del estudio de EurEau, los servicios de agua urbana en Europa gozan de buena salud, ya que muestran mayores tasas de conexión, más kilómetros de red de abastecimiento y saneamiento (7,5 millones de km) para suministrar y tratar cerca de 46.000 millones de m³ de agua, una mayor adaptación a los criterios de la economía circular y una mayor protección del medio ambiente.
En ese sentido, el sector del agua urbana en Europa muestra un mayor compromiso en la reducción de su huella de carbono, en consonancia con los preceptos marcados por el Green Deal, y muestra objetivos más ambiciosos en relación con el incremento de la eficiencia energética, la producción de energía renovable, la explotación del potencial de economía circular del sector, y tratando de minimizar los gases de efecto invernadero relacionados con los procesos productivos. El agua para el consumo humano en Europa cumple los requisitos de calidad más estrictos del mundo y se somete a rigurosos controles, para lo cual los operadores de agua urbana emplean los métodos más avanzados y aplican las más modernas tecnologías.
El estudio refleja que se invierten alrededor de 82 euros por habitante/año. Las inversiones se financian principalmente a través de tarifas (factura de agua), impuestos y transferencias (planes de financiación de la UE o préstamos de otros países u organizaciones). España se sitúa muy por debajo de esta cifra y no se cubren todas las necesidades reales, especialmente en renovación de infraestructuras. Estas cifras del estudio ponen de manifiesto la necesidad de realizar una mayor inversión en los servicios del agua de toda Europa, pero en particular en aquellos países que, como España, van muy atrasados en la inversión pública dedicada al agua urbana, para garantizar a las generaciones futuras los mismos niveles de calidad y servicio de los que disfrutamos en la actualidad. Además, según EurEau tanto la Comisión Europea como los Estados miembros deberían invertir más para lograr una protección ambiental aún mayor.
La reciente publicación de la nueva Directiva de Aguas de Consumo Humano representa un reto adicional que debe ser considerado por las diferentes administraciones públicas (central, autonómica y local).
Los datos del estudio completo se encuentran disponibles en este enlace.