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El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), a través del proyecto VATar-COVID-19, ha detectado el desplazamiento de la variante Delta por la Ómicron en la gran mayoría de las EDAR que integran el proyecto. Además, esta semana se ha vuelto a registrar un nuevo máximo de concentración de SARS-CoV-2 en las aguas residuales desde que empezaran las mediciones en junio de 2020.
Desde la aparición de la Ómicron, la dominancia de la variante Delta se ha visto paulatinamente reducida en las aguas residuales analizadas, hasta que, esta semana, se ha registrado en la mayor parte de las EDAR del proyecto un descenso drástico: la variante Ómicron ha desplazado casi por completo a la variante Delta.
En la segunda fase del proyecto VATar-COVID-19, que se inició el pasado mes de diciembre, los laboratorios asociados han incorporado el análisis para la detección de nuevas variantes del virus en aguas residuales, entre ellas, la Ómicron. Todo ello mediante un ensayo PCR que permite detectar la presencia de mutaciones exclusivas para cada una de las variantes del SARS-CoV-2.
Los resultados del informe publicado esta semana en la página web del Miteco, procedentes de la toma de muestras realizada entre los días 2 y 8 de enero, confirman, además, un nuevo récord en los niveles de concentración del virus. Los datos de este periodo se han convertido en los más altos de la serie histórica que comienza en junio de 2020, superando el anterior máximo detectado en las muestras recogidas entre el 19 y 25 de diciembre de 2021. Esta tendencia constante de aumento, presente durante las últimas semanas, podría indicar que aún no se ha llegado a los niveles de detección máximos en las aguas residuales, si bien en algunas ciudades comienza a detectarse posibles señales de estabilización.