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El sector del agua siempre se ha enfrentado al reto de realizar una gestión adecuada de los activos, a través de distintas políticas y prácticas orientadas a su mantenimiento y renovación. Como visión actual y de futuro, Rafael Rubio, head of IT Operations de Idrica, expone a continuación las tendencias en la gestión inteligente de activos para 2022.
Durante los últimos años, las gestoras de agua más avanzadas han ido incorporando la gestión inteligente de activos a sus procesos. Fruto de la sensorización de las infraestructuras y de la implementación de otras tecnologías como la micromedición, los SIG y los SCADA, los operadores tienen un volumen de información disponible sobre los activos cada vez mayor. En este contexto, la gestión inteligente viene a integrar y ordenar todos los datos para tomar mejores decisiones. Frente a un enfoque tradicional, caracterizado por el mantenimiento correctivo, ahora es posible ir un paso más allá.
En la actualidad, el sector está incorporando la gestión inteligente con el fin último de maximizar la eficiencia. Si bien hay distintos grados de madurez digital en las empresas, hay una apuesta clara por avanzar en este sentido.
Sobre la base de la experiencia, la aplicación de la tecnología abre la puerta a diferentes casos de uso. Por ejemplo, la relación de órdenes de trabajo ejecutadas sobre un activo puede ayudar a evaluar el riesgo de fallo y determinar cuándo debería sustituirse. Así, las gestoras pueden prolongar la vida de los activos, sugerir reposiciones anticipadas, ajustar las tareas de mantenimiento y evitar cortes de suministro. Además, estos sistemas ayudan a detectar los materiales más problemáticos, haciendo posible un verdadero mantenimiento preventivo e incluso orientando las inversiones futuras. En relación a la gestión de bombas y otros elementos operativos, es posible optimizar su consumo energético y ofrecer un servicio adecuado.
En definitiva, la gestión más eficiente de los recursos trae importantes beneficios a nivel económico y medioambiental gracias a la reducción de costes y del consumo energético. Además, sirve para optimizar la productividad, garantizar la disponibilidad del servicio y reducir los tiempos de inactividad.
Rafael Rubio, head of IT Operations de Idrica, expone a continuación las tendencias en la gestión inteligente de activos para 2022.
A la hora de realizar una buena gestión de activos, hay una serie de inputs imprescindibles. En primer lugar, las operadoras deben contar con una relación exhaustiva de los elementos maestros que intervienen en el proceso productivo. Este inventario incluye las características asociadas a cada componente: económicas (coste de adquisición y reposición, amortización acumulada, etc.), técnicas (inherentes a cada tipo de equipo, como la potencia) y operativas (condiciones de operación teóricas, tolerancias, disponibilidad estimada, curvas, etc.). También deben estar registradas las relaciones entre los elementos, por ejemplo, las conexiones topológicas, las jerarquías de activos o las interrelaciones.
Otro de los inputs clave son los elementos transaccionales. Estos contienen distintos tipos de datos, por ejemplo, aquellos procedentes de la micromedición y de la sensórica, en estrecha relación con el Internet de las Cosas (IoT). Asimismo, incluyen información sobre incidentes, como su coste, los tiempos de parada, y los tiempos de inactividad según su causa y origen. Las estimaciones de los consumos, generadas por el modelo matemático en base a condiciones previstas o simuladas, forman también parte de este grupo de elementos, junto al registro de los trabajos realizados sobre los activos en un sistema GMAO.
Según toda esta información, los módulos de algoritmia basados en inteligencia artificial (IA) y machine learning (ML) sugieren las acciones más adecuadas que debemos llevar a cabo. El círculo se cierra en la medida en que los resultados de estas se convierten en un nuevo input del sistema, alimentando los motores de IA y ML.
Los sistemas automatizados de Gestión y Mantenimiento Asistido por Ordenador (por sus siglas, GMAO) son el máximo exponente de la aplicación de la tecnología a esta disciplina cuando los combinamos con la funcionalidad de gestión inteligente. Estos se han convertido ya en una herramienta imprescindible para la adopción de mejores prácticas, siendo útiles para abordar la escasez de recursos. Además, ayudan a las gestoras a recibir las certificaciones relacionadas con las nuevas normas medioambientales y organizativas, como la ISO 5500.
Los beneficios de implantación de estos sistemas son muy amplios, por lo que el ROI de la inversión está garantizado. La inversión implica una mayor seguridad para los usuarios de las instalaciones y equipamientos. Además, mejora la calidad del producto, reduciendo así los costes y otorgando una ventaja competitiva a la empresa. Al aumentar la capacidad de producción y reducir la probabilidad de fallos en los sistemas e instalaciones, se incrementa la disponibilidad del servicio y, por tanto, la satisfacción de los clientes internos y finales.
Asimismo, las gestoras logran optimizar sus procesos administrativos, gracias a la gestión directa de las órdenes de trabajo mediante una herramienta móvil y el soporte administrativo que proporciona el GMAO. De esta forma, se racionaliza la gestión, organización y planificación de los trabajos de mantenimiento. En relación a los costes, la reducción del uso de piezas de recambio y la mayor productividad de las instalaciones trae la liberación de las horas de trabajo y la disminución de las horas de indisponibilidad. Así, el flujo de caja mejora y aumenta la rentabilidad.
Además, la optimización del mantenimiento preventivo sobre los elementos de la explotación suele reducir la energía que utilizan los equipos mecánicos entre un 5% y un 10%. La monitorización de su estado, y de su consumo, va a permitir actuar de forma proactiva y automática ante posibles desviaciones. Esto es especialmente importante en un contexto marcado por el calentamiento global, puesto que las mejoras en el rendimiento energético ayudan a mitigar el impacto de las actividades que deben llevarse a cabo.
Una parte fundamental de los GMAO es la automatización del aprovisionamiento de materiales en el almacén. A través de ella, el sistema realiza los pedidos necesarios para abastecer el mantenimiento de la explotación, según unos indicadores mínimos previamente establecidos. De esta forma, se reducen los tiempos muertos en la sustitución de elementos al garantizar el stock.
Por último, es importante destacar cómo la herramienta de movilidad incluida en estos sistemas hace más eficiente la gestión de los trabajos de mantenimiento. La geolocalización de las flotas, junto a la optimización de las rutas de mantenimiento, conlleva un menor tiempo y distancia en los desplazamientos. Así, se reduce la huella de carbono y los costes asociados. En general, estas herramientas permiten aumentar la productividad, reducir las horas administrativas y recopilar de forma digitalizada los datos de campo. Además, sirven para formar al nuevo personal técnico al poner a su disposición distintos procedimientos, manuales, vídeos y fotografías relacionadas con las órdenes de trabajo ya realizadas.
Durante los próximos años, la gestión inteligente de los activos va a crecer de forma exponencial en el sector del agua. En un mundo preocupado por la sostenibilidad medioambiental, el mayor volumen de datos disponible -gracias a la sensorización de las infraestructuras- capacitará a las empresas para avanzar hacia una gestión más eficiente de los recursos.
Uno de los principales retos será cómo superar la complejidad tecnológica inherente a este proyecto, ya que las gestoras más pequeñas no suelen contar con los suficientes recursos técnicos y económicos para abordarlo. Para tener éxito, estas empresas deberán contar con el soporte de actores externos que aúnen tecnología y experiencia. Además, la preocupación por la ciberseguridad llevará al sector a demandar los mecanismos de seguridad adecuados para proteger a las instalaciones y al proceso productivo de accesos no autorizados.
En definitiva, en 2022 se prevé una explosión de proyectos relacionados con la productividad y el consumo óptimo de los recursos. La gestión inteligente de activos, al impulsar la eficiencia y garantizar la disponibilidad del servicio, será incorporada por las gestoras más innovadoras. El informe Water Technology Trends 2022 de Idrica recoge un listado exhaustivo de todas las tendencias en tecnología del agua que esperamos ver en el sector este año.