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La presencia de bacterias fecales como la Escherichia coli en zonas de baños puede llegar ocasionar el cierre de determinadas playas cuando los niveles de concentración no permiten garantizar la buena calidad de las aguas. Esto se debe a que actualmente no existe una herramienta de evaluación del estado de las masas de aguas en términos microbiológicos. En este contexto surge Colice, un proyecto de Facsa que busca a través de la aplicación de biosensores una detección temprana de microorganismos patógenos que permita evaluar en continuo la calidad del agua y determinar las actuaciones necesarias para proteger la salud pública.
Desarrollada por Facsa, en colaboración con el Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la Universitat Politècnica de València (IIAMA-UPV) y el Instituto de Microelectrónica del CSIC, y con subvención del Ayuntamiento de Valencia bajo la concejalía de Innovación y Gestión de Conocimiento, esta iniciativa ha sido uno de los 16 proyectos de innovación aceptados de más de 200 propuestas presentadas a misiones de la ciudad que mejoran la vida de las personas al amparo de la estrategia Missions València 2030.
Con un año de duración prevista, esta innovadora plataforma combinará elementos de preconcentración de alto rendimiento con componentes ópticos de detección de fluorescenciaminiaturizados que permiten la detección de E. coli. Además, la herramienta evaluará técnica y económicamente el sistema de tratamiento más adecuado para eliminar la contaminación microbiológica del agua.
El objetivo del proyecto es poder monitorizar la presencia de E. coli a través de dos técnicas diferentes. Por una parte, una sonda multiparamétrica que realiza una medida indirecta en tiempo real y, por la otra, un biosensor de bajo coste. Cabe destacar que ambas medidas serán contrastadas con análisis de cultivo en el laboratorio y que el desarrollo del dispositivo de bajo coste permitirá hacer extensivo a numerosas acequias el control microbiológico de un modo sencillo y validado.
Además, Colice evaluará tecnologías basadas en la naturaleza (NBS, nature based solutions) con el fin de poder integrar de manera sostenible en las interfases medio urbano/medio rural, la ciudad de Valencia y la huerta. La propuesta inicial se va a desarrollar en la Sequia del Ribàs, una acequia de drenaje agrícola que transcurre en paralelo al río Turia y vierte sus aguas en el mar junto a la Playa de Pinedo.