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La Organización Internacional de Normalización, ISO, cuyo miembro español es la Asociación Española de Normalización (UNE), ha publicado el nuevo estándar Net Zero Guidelines (Directrices para el cero neto) con el fin de establecer un marco de entendimiento común que permita alcanzar a las organizaciones el objetivo de cero emisiones. Lo ha hecho en el transcurso de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP27, que se está celebrando en Egipto desde el 6 de noviembre hasta el viernes 18 de noviembre.
El estándar se ha elaborado con una amplia participación internacional, más de 1.200 organizaciones y personas de más de 100 países, incluyendo la contribución de entidades españolas. Ha contado, además, con la coordinación de UNE para su traducción al español como UNE-ISO IWA 42, permitiendo así ampliar su difusión e impulsar una aplicación homogénea. Este documento se distribuye de manera gratuita de forma totalmente excepcional y en el marco de la esponsorización acordada por ISO. Está disponible en la web de UNE.
“Su presentación en la COP27 pone de relevancia la visión de alto impacto con la que se ha desarrollado el documento Net Zero Guidelines en línea con las normas ISO ya existentes en materia de cambio climático, ya que el compromiso climático tanto de ISO como de sus miembros es firme para elaborar estándares internacionales que inspiren acciones efectivas en este campo”, afirma Javier Garcia, director general de UNE y vicepresidente electo de ISO.
Ulrika Francke, presidenta de ISO, agrega: “Las Directrices de cero neto traerán una alineación muy necesaria sobre el cero neto. Estamos seguros –y orgullosos– de que estas directrices se utilizarán ampliamente en distintos gobiernos e industrias para cumplir eficazmente los objetivos del Acuerdo de París y dar mayor credibilidad al significado del cero neto”.
El documento normativo servirá de apoyo a todas las organizaciones, incluidas las que desarrollan políticas, marcos u otras iniciativas sobre el cero neto, como a aquellas que ponen en marcha acciones para cumplir con las mismas. Por ello, aporta la definición de este término y cómo incorporarlo en las políticas y estrategias de las organizaciones, junto con directrices y recomendaciones para conseguirlo. Asimismo, considera todas las emisiones de gases de efecto invernadero (directas e indirectas) en la cadena de valor de la organización.
La acción climática se ha convertido en uno de los principales compromisos para los organismos internacionales y nacionales de normalización; así ISO y sus miembros están contribuyendo activamente a la implementación de normas que ayuden a dar respuesta a los retos climáticos. En esta línea, la misma ISO ha puesto en marcha la Declaración de Londres, una iniciativa con la que se concentran esfuerzos para reforzar la contribución de las normas internacionales en la acción climática, promoviendo un análisis profundo para identificar y revisar normas de alto impacto y reforzando la interacción con agentes clave de ámbito global.