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Un estudio becado por la Cátedra Aguas de Valencia ha desarrollado un modelo que ayuda a conocer y detectar, de un modo más fiable y preciso, la magnitud de las fugas en la red de distribución de agua, mediante el análisis de los consumos nocturnos de los usuarios. La investigación es el resultado del trabajo final de máster (TFM) realizado por Arianne Isabella Estrada y que ha sido dirigido por los profesores Francisco Arregui de la Cruz y Javier Soriano Olivares, y el técnico de Global Omnium, David Torres Toro.
El TFM de Arianne Isabella Estrada se titula ´Diseño de un modelo para la estimación del caudal consumido en horas de caudal mínimo nocturno en abastecimientos que no dispongan de telelectura horaria´. El estudio parte de la realidad de que las altas cifras de pérdidas de agua en abastecimientos comprometen la disponibilidad del recurso frente a las necesidades presentes y futuras de la población. De hecho, la nueva Directiva (UE) 2020/2184 del Parlamento Europeo y del Consejo de 16 de diciembre de 2020, en relación a la calidad de las aguas destinadas al consumo humano, determina que los estados deben realizar una evaluación de los niveles de fugas de agua en su territorio y del potencial de mejora para su reducción. "Es de sobra conocida la importancia del agua en el desarrollo de la sociedad, en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, debiéndose garantizar un perfecto equilibrio entre el crecimiento económico y la preservación del medioambiente y los recursos";
afirma la autora.
En concreto, el estudio diseña un modelo de estimación de caudal de fuga en horas nocturnas aplicada a redes que no disponen de telelectura horaria, ofreciendo así registros reales de medición de más de 20 000 usuarios monitorizados durante un año. El modelo aporta información importante en los patrones de consumo de agua y el estudio de la evolución temporal de los mismos. "Con esta herramienta, mediante funciones de probabilidad, es posible conocer de forma más precisa la tasa de fugas en las instalaciones de los usuarios de tipo residencial y no residencial, la evolución temporal del consumo y el uso de esta como estrategia para identificar comportamientos atípicos entre los sectores", explica la estudiante becada por la Cátedra Aguas de Valencia.
El trabajo realizado por Arianne Estrada mejora la gestión del sistema de distribución de agua y, a su vez, ofrece soluciones que garanticen la sostenibilidad del entorno y contribuyen a la mitigación del cambio climático. "Una buena gestión de fugas no solo evita el despilfarro del agua, sino que también aprovecha el recurso para otros usos como hábitats naturales y ecosistemas. Asimismo, su reducción, vinculada al nexo agua-energía, repercute directamente con la energía consumida, los costes que conlleva y las emisiones de gases de efecto invernadero”, concluye Arianne.