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Más de 17 millones de españoles (más de un 34% de la población) vive en zonas vulnerables a la contaminación de sus aguas por nitratos procedentes de fuentes agrícolas. En términos geográficos, dichas zonas se extienden por un total de más de 122.000 km2, lo que supone más de un quinto del total del territorio nacional. Para concienciar sobre la necesidad de proteger los acuíferos y recursos hídricos y con motivo del Día Mundial del Agua, Esri ha lanzado un story map y un cuadro de mando interactivo, elaborados con datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco).
Como cada año desde 1993, el 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, una fecha conmemorativa para concienciar sobre la importancia de este recurso, vital para la vida en la Tierra. La disponibilidad de agua dulce es limitada y está disminuyendo rápidamente debido al cambio climático y a su sobreexplotación, a medida que la población crece y el desarrollo de las ciudades hace más compleja su explotación y suministro.
La mayoría de las personas obtienen agua potable de fuentes superficiales, como ríos y lagos, pero el agua subterránea también es un recurso valioso y necesario que, además, está protegida de la evaporación y la contaminación. Sin embargo, su sobreexplotación de los acuíferos y la contaminación, especialmente, proveniente de la agricultura y ganaderías intensivas, puede afectar seriamente a su calidad y cantidad. La sobreexplotación se produce cuando el agua se extrae a una tasa más rápida de lo que se puede reponer naturalmente, lo que puede provocar la disminución del nivel del agua y la salinización del agua subterránea.
Las macrogranjas o granjas industriales pueden tener un impacto significativo en la calidad de las aguas subterráneas y ser una de las principales causas del aumento de los niveles de nitratos en el suelo. Dado que mantienen muchos animales en espacios reducidos, generan una gran cantidad de estiércol y otros residuos difíciles de desechar.
Aragón, con 190 macrogranjas, es la comunidad con mayor concentración de estos complejos, seguida de Castilla y León (103) y Castilla-La Mancha (91). A estas tres comunidades le siguen Andalucía (60), Cataluña (45), la Comunidad Foral de Navarra (37), Galicia (20), Murcia (16), C. Valenciana (9), Extremadura (7), País Vasco (2) y Canarias (1).
A menudo, los agricultores utilizan el estiércol como fertilizante para los cultivos. Sin embargo, si se aplica en exceso, el estiércol puede infiltrarse en el suelo y contaminar las aguas subterráneas. El estiércol es rico en nitrógeno, lo que puede resultar en altos niveles de nitratos en el agua subterránea. Los niveles elevados de nitratos en el agua potable pueden ser peligrosos para la salud humana, especialmente para los bebés y las embarazadas.
La contaminación de las fuentes de agua subterránea puede ser muy difícil de remediar. Por lo tanto, es fundamental que se tomen medidas para proteger y conservar el agua, como, por ejemplo:
En marzo de 2022, el Miteco aprobó el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de Digitalización del Ciclo del Agua, una herramienta para transformar y modernizar los sistemas de gestión del agua y lograr llevar a cabo, entre otras, las medidas mencionadas para proteger y conservar los recursos hídricos, con una inversión prevista de más de 3.000 millones. En este sentido, Esri valora positivamente la presentación del Catálogo de Soluciones de Digitalización del Regadío en el marco de la convocatoria de dicho PERTE. Dicho Catálogo busca mejorar el conocimiento sobre el uso del agua, reducir las pérdidas en las explotaciones de regadío y optimizar su eficiencia energética y productividad, y mejorar el empleo de fertilizantes y plaguicidas.
El agua subterránea es una de las fuentes más importantes de agua dulce y su uso sostenible es esencial para asegurar la disponibilidad de agua dulce para las generaciones presentes y futuras. Es fundamental que se tomen medidas para proteger el agua subterránea y prevenir su contaminación, ya que su calidad y cantidad están estrechamente relacionadas con la salud y el bienestar humano. La educación y la conciencia pública sobre el valor del agua y la necesidad de su gestión sostenible son esenciales para asegurar un futuro sostenible para todos.