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Más de 400 millones de toneladas de plástico se producen en el mundo cada año, de los cuales la mitad se conciben para una vida útil de un solo uso; y menos del 10% se recicla. Se estima que entre 19 y 23 millones de toneladas de desechos plásticos terminan cada año en lagos, ríos y mares, según últimos datos publicados por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), y hechos públicos con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente que se celebra cada 5 de junio y que reclama aportar las soluciones necesarias a la contaminación por plásticos.
Entre otros medios, contar con servicios acreditados por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) aporta garantías sobre la adecuada gestión y aprovechamiento de los recursos plásticos, siendo la acreditación un recurso cada vez más utilizado por las diferentes administraciones públicas para conseguir sus objetivos en esta materia. En total, el mercado español cuenta con más de 400 entidades acreditadas por ENAC que han demostrado contar con la capacidad técnica necesaria para la realización de más de 500 actividades de evaluación y control en el sector medioambiental en ámbitos muy diversos. Y, entre estas actividades acreditadas, se encuentran los laboratorios y entidades de inspección y certificación que están ofreciendo al mercado y a la administración una garantía para una gestión más eficiente de los residuos plásticos.
En este sentido, el Real Decreto 1055/2022 de envases y residuos de envases del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha hecho uso de la acreditación para prevenir y reducir el impacto de los envases en el medio ambiente a lo largo de su ciclo de vida. Así, dentro de los requisitos para el diseño de envases fabricados con plástico no compostable, el Real Decreto establece que la cantidad de plástico reciclado debe ser certificada según la norma UNE-EN 15343:2008 por una entidad acreditada. Un requisito también exigido por la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados para determinar la base imponible del impuesto especial sobre envases de plástico no reutilizables.
Por otra parte, el real decreto también exige certificación para aportar una mayor fiabilidad a los etiquetados y mejorar la transparencia y ayudar a la toma de decisiones informadas por parte de los consumidores en relación con la reciclabilidad de los envases. En concreto, establece que los envases podrán ir marcados con el porcentaje de material disponible para un reciclado de calidad y, en el caso de los envases de plástico biodegradable o compostable, especifica que el etiquetado deberá informar de que está certificado conforme a la norma UNE-EN 13432, que incluye los requisitos de ensayo y evaluación para la valorización de los mismos. ENAC, con el fin de generar una mayor garantía a la consecución de estos objetivos ha desarrollado esquemas de acreditación para estas actividades.
Por otro lado, los servicios acreditados también contribuyen a garantizar una reducción de las cantidades de materiales depositados en los vertederos y una gestión más eficiente de los residuos y de la protección medioambiental. En este sentido, el mercado cuenta con servicios acreditados para el control de calidad y de stocks de los materiales recuperados en el ámbito de los residuos sólidos urbanos en envases ligeros/domésticos. Esta actividad permite determinar las diferentes fracciones por las que está compuesto un residuo doméstico, es decir, identificar la tipología y conocer cuáles son los componentes de los envases depositados en los contenedores. Posteriormente, una vez identificada la composición de los residuos sólidos urbanos, se lleva a cabo un control de calidad de los materiales recuperados. Con ello, se posibilita un reciclaje de mayor calidad en términos de ahorro de energía, de emisiones y de materias primas, lo que se traduce en una considerable reducción de las cantidades de materiales depositadas en los vertederos y una gestión más eficiente de los residuos y de la protección medioambiental, entre otros beneficios.
Para el tratamiento y recuperación de los residuos, es fundamental la clasificación de estos de forma que su manipulación y depósito se realice de manera adecuada y con el nivel de seguridad necesario. Esta clasificación se basa en la caracterización previa de los residuos destinados a vertederos. En España, existen entidades de inspección acreditadas por ENAC que llevan a cabo dicha caracterización, las cuales se apoyan en resultados analíticos aportados por laboratorios acreditados, tal como establece el Real Decreto 646/2020 por el que se regula la eliminación de residuos mediante depósito en vertederos.
En cuanto al diseño, composición y naturaleza, de los envases de plásticos para su reutilización y valorización, aspecto esencial para la economía circular, la Ley de Envases y Residuos de Envases exige que estos cumplan una serie de requisitos recogidas en normas internacionales, contando actualmente con laboratorios acreditados para llevar a cabo los ensayos necesarios para comprobar y evaluar que los materiales plásticos responden a este requisito legal.