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La presencia de compuestos que dan olor y sabor al agua prepotable, sustancias sápidas, está influenciada por un gran número de factores que pueden favorecer su aparición. Por ello, es fundamental la monitorización continua de estas variables, tal y como se ha hecho desde el proyecto Sàpides, que analiza incluso metagenómicos para identificar productores y degradadores de metilisoborneol y geosmina. En este proyecto, cuyo título global es ´Predicción de compuestos sápidos en el agua prepotable para la mejora de su gestión y adaptación al cambio climático´, participan cuatro grupos de investigación del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la Universitat Politècnica de València (IIAMA-UPV) y las empresas Global Omnium y Kenso Solutions.
Sàpides es un proyecto cofinanciado por la Agència Valenciana de la Innovació (AVI) y por la Unión Europea a través del Programa Operativo del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) de la Comunitat Valenciana 2014-2020, que busca dar respuestas al origen y las circunstancias que favorecen la aparición de compuestos orgánicos como la geosmina y el 2 metilisoborneol (2MIB). “El agua para el consumo humano normalmente contiene minerales y sustancias orgánicas en disolución que le pueden aportar sabores y olores, más o menos detectables, según la concentración de los compuestos”, aseveran los participantes del proyecto.
A finales de julio se celebró en la Ciudad Politécnica de la Innovación de Valencia una jornada de presentación de resultados del proyecto Sàpides. Durante la jornada se detallaron algunas experiencias relacionadas con la aparición de compuestos sápidos, las soluciones empleadas y los retos futuros a los que se enfrentan. También se explicaron los trabajos de muestreo, monitorización y análisis de datos, así como los principales resultados obtenidos en el estudio para identificar los factores que favorecen la aparición de geosmina y 2MIB en el embalse de Tous y el canal Júcar-Turia.
“La identificación de productores y las variables claves en la producción de compuestos sápidos es fundamental para entender la dinámica de los organismos y las condiciones que propician la aparición in situ de este tipo de sustancias. Por ello, la comunidad microbiana se ha caracterizado mediante técnicas metagenómicas, obteniendo una base de datos con los géneros-especies que forman parte, tanto del embalse de Tous como del canal Júcar-Turia”, destacaron los ponentes.
A su vez, también se explicaron los trabajos realizados para la modelación de vertidos, el desarrollo de un sistema de alerta temprana que permita a las potabilizadoras que captan agua del Canal Júcar-Turia automatizar la respuesta ante la aparición de compuestos sápidos y las previsiones del impacto del cambio climático en las cuencas de captación. Por ello, se puso en valor la necesidad de continuar investigando al respecto, ya que las estrategias se deben adoptar teniendo en cuenta la mejor información climática disponible, con el fin de minimizar riesgos y costes y aprovechar oportunidades.
“Los procesos de adaptación deben ser flexibles y basados en un marco integrado de gestión de los recursos hídricos que incorporen técnicas de previsión o pronóstico del futuro, tanto a nivel meteorológico e hidrológico, como de comportamiento de la demanda, así como un buen conocimiento de la cuenca y del sistema de recursos hídricos. La multidisciplinariedad es fundamental para mitigar los efectos del cambio global”, afirmaron los socios del proyecto Sàpides.
Finalmente, una mesa de expertos conformada por José Vicente Benadero (Generalitat Valenciana), José María Benlliure (CHJ), Pura Almenar (Global Omnium) y Ernesto Serra (Canal Júcar -Turia) procedió al cierre de la jornada, abordando temas tan relevantes como la vulnerabilidad del canal Júcar-Turia, la preparación de las estaciones de potabilización para hacer frente a episodios de sustancias sápidas y la adaptación al cambio climático.