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La Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, la Mancomunidad de Montejurra y la sociedad pública Navarra de Infraestructuras Locales (Nilsa), adscrita al departamento de Cohesión Territorial del Gobierno de Navarra y líder del proyecto Agua Digital Navarra (ADNa), han visto cómo su propuesta para el PERTE nacional del agua ha sido dotada con 7.995.465,44 euros. La cantidad a la que ascendía ADNa era de 13,45 millones, por lo que la concesión estatal con cargo a fondos europeos supone más de la mitad del total.
Presentada el pasado febrero al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) para concursar al PERTE del agua nacional, la propuesta era susceptible de ser financiada hasta un 80% con fondos Next Generation, siendo la ayuda mínima que concede el Ministerio de tres millones de euros y la máxima de diez. El acrónimo PERTE corresponde a Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica, proyectos que actúan como instrumento de colaboración público-privada, con el objetivo de relanzar la economía europea tras la pandemia, en una línea de mayor sostenibilidad económica y ambiental.
En el caso foral, ambas mancomunidades, junto con la empresa pública, son las tres mayores gestoras del ciclo integral de agua de uso urbano: representan al 64,7% de la población en el ámbito del abastecimiento de agua potable y al 100% de la población en el ámbito de depuración de aguas residuales y saneamiento.
El proyecto ADNa se centra en la digitalización de los sistemas de control, seguimiento y operación que se utilizan en las infraestructuras que vertebran el ciclo integral del agua, que comprende desde su captación hasta que es devuelta al río tras haber sido depurada. Algunas son actuaciones que ya fueron en parte recogidas en el Plan director del ciclo integral de agua de uso urbano 2019-2030, aprobado por el Parlamento de Navarra en mayo de 2019. Se trata de medidas consensuadas tanto con las entidades locales como con el Ministerio, al mismo tiempo que se alinean con los objetivos de los planes hidrológicos de las cuencas mediterránea y cantábrica, cuyas máximas autoridades son las confederaciones hidrográficas respectivas.
Las entidades públicas pretenden, por tanto, que ADNa contribuya a la mejora del estado de las masas hídricas, al cumplimiento de objetivos ambientales y al avance en eficiencia de los recursos, en especial en lo referido a las fugas y a la garantía y calidad del abastecimiento. En el ámbito demográfico, aborda el reto de apuntalar a través del servicio del agua la cohesión territorial de las zonas rurales, así como el fomento y generación de empleo cualificado, uno de cuyos vectores será también el fomento de la igualdad de género.
El proyecto navarro fue admitido por la Dirección General del Agua del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico el pasado febrero y competía con otros 157 proyectos de quince comunidades autónomas más (un total de 49 provincias y 3.200 municipios involucrados), que en total solicitaban 1.022 millones de euros, para una convocatoria que tiene previstos unos fondos de 200 millones de euros.