Empresas Premium
La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), la sociedad estatal Acuamed, la Junta Central de Usuarios del Vinalopó-Alacantí (JCUVA) y el Consorcio de Aguas de la Marina Baja (CMA) han firmado en Aspe (Alicante) el convenio que regulará las condiciones de la transferencia a través de la conducción Júcar-Vinalopó, a partir de la toma ubicada en el azud de la Marquesa en Cullera (Valencia), durante los próximos 10 años. El acuerdo garantiza el agua de riego para la agricultura sustituyendo parte de las extracciones de agua subterránea por aguas sobrantes del Júcar, recuperando así los acuíferos sobreexplotados en la zona.
Se trata de un acuerdo histórico que permitirá garantizar el agua de riego para la agricultura de la zona sustituyendo parte de las extracciones de agua subterránea por aguas sobrantes del Júcar, lo que a su vez posibilitará la recuperación del buen estado de las masas de agua de los acuíferos sobreexplotados de toda la zona del Vinalopó, garantizando así el abastecimiento de las poblaciones del interior de la provincia de Alicante. Todo ello, de acuerdo con el Plan Hidrológico de la Demarcación vigente.
El acto de firma, en el que han participado el presidente de la CHJ, Miguel Polo, junto al presidente de Acuamed, Francisco Baratech, y el presidente de la JCUVA-CMB, Ángel Urbina, se ha celebrado en el Teatro Wagner de Aspe y ha sido presidido por el Secretario de Estado de Medio Ambiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), Hugo Morán. Al acto también han asistido la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, y el director general del Agua del Miteco, Teodoro Estrela.
Durante su discurso, Morán ha puesto en valor un convenio que pone de manifiesto el “compromiso del Miteco para lograr la recuperación de las aguas subterráneas”. Al mismo tiempo, ha señalado que este acuerdo supone “un antes y un después” en la protección de los acuíferos de la zona del Vinalopó. “Permitirá reducir de forma significativa la extracción de este tipo de masas de agua y, así, resolver el problema relacionado con el mal estado cuantitativo de las mismas”. En este sentido, Morán ha subrayado el carácter ambiental del trasvase y ha incidido en la importancia de seguir impulsando políticas e infraestructuras, como las relacionadas con los recursos no convencionales, que permitirán proteger las aguas subterráneas y garantizar la seguridad hídrica en el futuro.
Por su parte, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar se ha mostrado “muy satisfecho” por firmar un acuerdo que beneficiará a más de 20.000 regantes y asegurará el abastecimiento de varios municipios de toda la zona, aunque, sobre todo, ha querido subrayar la finalidad medioambiental de este convenio. “Recuperar el buen estado de las masas de agua subterránea de toda la zona del Vinalopó es el objetivo prioritario de este acuerdo”, ha comentado. En este sentido, Polo ha explicado que “la puesta en
marcha de la transferencia Júcar-Vinalopó marca el inicio del camino hacia el desarrollo sostenible y la consecución de los objetivos de la Directiva Marco del Agua”.
Previamente a la firma de este convenio que regulará la transferencia Júcar-Vinalopó, con anterioridad ya se habían realizado varios acuerdos puntuales para transferir recursos sobrantes del Júcar al Vinalopó. Así, por ejemplo, esta primavera se autorizó el trasvase de 16,4 hm3 del río Júcar hasta la cabecera del río Vinalopó para asegurar la campaña de riego del pasado año hidrológico.
El acuerdo, firmado ahora gracias a la autorización del Consejo de Ministros de hace unas semanas, garantiza el envío de agua durante los próximos 10 años siempre que exista un plan de explotación que asegure la reducción de las extracciones de aguas subterráneas. “Este acuerdo va a permitir que toda la zona del Vinalopó se convierta en un ejemplo de gestión de las aguas en el Estado español, pero debemos tener en cuenta que el agua que llega no servirá para incrementar los regadíos, sino para equilibrar los niveles de nuestros acuíferos”, ha señalado el presidente de la JCUVA-CMB, Ángel Urbina.
El convenio prevé una senda de suministros que supone un trasvase de más de 278 hm3 para la próxima década, un volumen mínimo de suministro que se ha establecido teniendo en cuenta la previsible demanda de los usuarios finales, la capacidad técnica y de regulación de la infraestructura, la disponibilidad de caudales en el azud de la Marquesa, así como la capacidad técnica y de regulación del postrasvase, una infraestructura que depende de la Generalitat Valenciana.
De esta manera, el acuerdo definitivo establece inicialmente un precio de 24 céntimos por metro cúbico, aunque también se contempla la revisión de las tarifas, año a año, en función de lo cerca que se estime la consecución del equilibrio económico. En consecuencia, está previsto que en 2027 entren en servicio varias plantas fotovoltaicas de alimentación proyectadas en las proximidades de las estaciones de bombeo del trasvase (Panser, Llanera y Moixent), instalaciones que permitirán rebajar razonablemente los costes energéticos y compensar el exceso de los costes de los primeros años de explotación.
Del mismo modo, cabe destacar que las obras de la transferencia cuentan con una excepción temporal y parcial al principio de recuperación de costes, de modo que los costes de los servicios relacionados con la gestión del agua de la transferencia, incluyendo los costes ambientales y del recurso, no se repercutirán en su totalidad sobre los usuarios finales, para que estos tengan la posibilidad de obtener recursos hídricos con un coste razonable.
El Júcar-Vinalopó es una infraestructura declarada de interés general del Estado operada por la sociedad estatal Acuamed, cuyo objetivo principal es la transferencia de caudales sobrantes desde el río Júcar, derivados desde el azud de la Marquesa en Cullera, hasta la cabecera de la cuenca del río Vinalopó, en las inmediaciones del municipio de Villena, para paliar la sobreexplotación de los acuíferos del Alto y Medio Vinalopó. Tiene una longitud aproximada de 95 km. Incluye dos túneles, cuatro estaciones de bombeo con un total de 45 MW de potencia instalada y tres balsas intermedias de regulación, con un volumen total de 300.000 m3, entre otras. El presupuesto total de inversión superó los 335 millones de euros, de los que la Comisión Europea ha financiado 120.