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La inteligencia artificial (IA) desempeña un papel complejo en la crisis climática. Por un lado, tiene un innegable impacto negativo en términos de emisiones de gases de efecto invernadero y, por otro, ofrece increíbles oportunidades para combatir los efectos del cambio climático. Este y otros temas sobre IA y sostenibilidad se trataron el pasado 15 de noviembre en la inauguración del nuevo Instituto IA para la sostenibilidad de ESSCA en París (Francia).
“Un estudio de la Universidad de Massachusetts ha revelado que la huella de carbono del entrenamiento de un solo modelo grande de lenguaje genera emisiones equivalentes a 300 toneladas de CO2, lo que equivale a 125 vuelos de ida y vuelta entre Nueva York y Pekín“, explicó Dejan Glavas, director del nuevo Instituto IA para la Sostenibilidad de ESSCA en su discurso inaugural.
Además, “el impacto medioambiental de la IA no se limita a las emisiones de carbono, también tiene un efecto significativo en el uso del agua. Según investigadores de la UC Riverside, el entrenamiento del modelo GPT-3 requirió el consumo de 700.000 litros de agua para refrigerar los centros de datos. Estos mismos investigadores predicen que las actividades relacionadas con la IA podrían generar un consumo de agua de entre 4.000 y 7.000 millones de metros cúbicos al año en 2027, aproximadamente la mitad del consumo anual del Reino Unido“, añadió Glavas.
Frente a estos efectos negativos de la IA sobre el medio ambiente, los aspectos positivos, en general, son más numerosos. Dejan Glavas, en su discurso, señaló varios ejemplos de impacto positivo de la IA sobre el medio ambiente:
La IA ayudará a optimizar la producción, en particular ahorrando en las materias primas utilizadas. Lantek, por ejemplo, está especializada en la optimización de procesos industriales mediante IA.
Todos estos usos positivos de los modelos se basan en algunas cualidades clave de la IA: su capacidad para predecir con precisión, su rapidez y, en muchos casos, su facilidad de uso.
El acto de inauguración del Instituto IA para la Sostenibilidad de ESSCA estuvo marcado por los discursos de Jean Charroin, CEO de la escuela, Guillaume Schier, decano de Investigación de ESSCA y el profesor especializado en Finanzas Dejan Glavas, que expusieron los objetivos del instituto: analizar el impacto medioambiental de la IA y descifrar y evaluar modelos de utilización de estas tecnologías para ayudar a combatir el calentamiento global.
Los participantes en el evento tuvieron el honor de escuchar la intervención del ganador de la medalla Fields y diputado francés Cédric Villani, autor en 2018 del informe parlamentario ´Dar sentido a la inteligencia artificial´, quien destacó la importancia de que los centros de enseñanza superior como ESSCA participen de un tema tan complejo que determinará la dinámica económica, política y social de los próximos años. En este sentido, también señaló la necesidad de 7 ingredientes para garantizar el éxito de la transición ecológica: observación, planificación, voluntad, gobernanza, financiación, mano de obra y comportamiento.
Por último, el acto estuvo amenizado por una mesa redonda que brindó la oportunidad de profundizar en las diversas cuestiones que inciden en la IA y el desarrollo sostenible, con enriquecedoras intervenciones de Théo Alves Da Costa, responsable de Desarrollo Sostenible en Ekimetrics y copresidente de Data For Good, Elena Maksimovich, fundadora de la startup Weather Trade Net, Delphine Sabattier, periodista especializada en tecnología, Laurent Inard, socio de Mazars y miembro del Consejo de Supervisión de Mazars Francia, Aude Rychalski, profesora de marketing en ESSCA y Elise Berlinski, profesora y especialista en IA de la Neoma Business School y de la Copenhagen Business School.